La primera ministra Theresa May recibió una estruendosa protesta en la Cámara de los Comunes cuando anunció que llegó a un acuerdo sobre la declaración que terminaría oficialmente a la relación de Gran Bretaña con la Unión Europea. Como un capitán al timón en medio de la tormenta, la jefa de gobierno resistió los gritos, las invectivas y los abucheos para defender el texto de 26 páginas negociado con Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE. Ese documento define las relaciones que mantendrán la UE y el Reino Unido después de su divorcio definitivo, a partir del 29 de marzo de 2019. También anunció que, tras el retiro de la UE, Gran Bretaña introducirá un nuevo sistema de inmigración que tendrá en cuenta las contribuciones de los indocumentados y confirmó que el futuro acuerdo sobre el Brexit terminará con la jurisdicción del Tribunal de justicia de la UE./ EL SOL DE MÉXICO