Hace dos años y medio López Obrador se entrevistó con el sacerdote Alejandro Solalinde, a quien le pidió que, desde su círculo de defensores de derechos humanos, contactara a 50 personas con perfiles éticos “que sean honestas, no se vendan, amen a México y no tengan miedo”, pero finalmente, el presbítero declinó a la propuesta de que le hizo el presidente electo. Sin embargo, dijo, “mi galla para que sea presidenta de la CNDH, está con nosotros. Hemos trabajado juntos por más de 10 años y para mí, es como una travesura proponerla en la estructura machista del poder porque nunca hemos tenida una mujer al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. La licenciada Elizabeth Lara Rodríguez, es íntegra, tiene vocación de servicio y ha arriesgado la vida por los migrantes centroamericanos”./24HORAS