El empresario Gerardo Alvarado, propietario de la agencia de viajes Volare Travel Shop, denuncia que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) le adeuda 1 millón de pesos que le prestó, a petición del exsubdirector de Calidad para el Deporte Israel Benítez, para financiar viajes a competencias que, originalmente, iban a ser pagados por otra empresa que en la gestión de Ana Guevara ha sido usada para desviar recursos públicos.
- Parte de ese dinero –300 mil pesos– Alvarado lo depositó a la cuenta bancaria del presidente de la Federación Mexicana de Tiro con Arco, Santiago Avitia, otros 261 mil a la del entrenador de canotaje José Antonio Romero y 270 mil más a la de Catering Housekeeping, Hospitality and Services, una de las empresas que forman parte de la red de factureras que la Conade emplea para malversar el dinero del fideicomiso Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar).
- En entrevista con Proceso, Alvarado también revela que desde 2018 demandó a las federaciones de voleibol, pentatlón moderno, tiro con arco y karate porque le adeudan 18.2 millones de pesos por boletos de avión y hospedaje de 2014 a 2016, dinero que, sin embargo, ya fue comprobado ante dicho fideicomiso con las facturas correspondientes cuando Jesús Mena y Alfredo Castillo dirigieron la Conade.
- La empresa Volare Travel Shop, SA de CV, y su propietario, Gerardo Alvarado, han sido mencionados en distintos reportajes que Proceso ha publicado desde junio de 2019 a la fecha, como parte de una investigación para denunciar el daño patrimonial al Fodepar, que asciende a casi 152 millones de pesos y que ya fue confirmado por la Secretaría de la Función Pública (SFP).
- Ahora, Alvarado se defiende y señala que él no conoce a los dueños de las factureras que tienen su domicilio fiscal en Ciudad del Carmen, Campeche (Proceso 2294), pero reconoce que también depositó 250 mil pesos a la cuenta bancaria de Catering Housekeeping, Hospitality and Services, para financiar una gira por Europa de la multimedallista olímpica y mundial María Espinoza, en enero de 2019.
“Estando en Europa se quedaron sin dinero y este Israel Benítez me pidió apoyo. Esos 250 mil los deposité como si yo hiciera un préstamo y me lo regresó esa empresa Catering. Como ese fue el primer favor que hice y me regresaron el dinero, por eso confié.
- “Uno lo hace también porque si tienes otros eventos –y no es que sea una amenaza– está implícito que, si no brindas ese apoyo, puede ser que los pagos de otros eventos te los alarguen, y de por sí tardan meses en pagar”, cuenta Alvarado.
Pese a que las reglas de operación del fideicomiso Fodepar prohíben la triangulación de recursos, durante la administración de Ana Guevara se volvió una costumbre que los campamentos y competencias de los deportistas fueran operados por un grupo de empresas, como Catering Housekeeping, Hospitality and Services; Edgar García Morales y Asociados; Proyectos Científicos y Tecnológicos del Sur; Grupo Armazo, SA de CV; Operadora Turística BLUO, S de RL de CV; Muller Planning & Logistic, SA de CV, y Saha Innovación Empresarial, así como la persona física María Otilia Serrano Zamora.
Este texto es un adelanto del reportaje publicado en el número 2297 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 8 de noviembre de 2020./PROCESO-PUNTOporPUNTO