La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió medidas cautelares a favor de los pueblos originarios de la península de Yucatán, dirigidas a Fonatur, para que de manera urgente suspenda las actividades no esenciales relativas al proyecto denominado “Tren Maya”.
- Según la organizaciones que promovieron el recurso, ante la contingencia por el Covid-19, se actualizan la gravedad, urgencia y posible daño a la salud, la integridad personal y la vida, de los habitantes de las regiones en donde avanza el proyecto del Tren Maya por lo que solicitó al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) que suspenda todas las actividades “no esenciales” relativas a dicho proyecto.
La medida es resultado de una queja presentada el día 6 de mayo por diversas organizaciones, personas y colectivos que argumentaron que la continuación de las obras en el contexto actual de la pandemia del Covid-19 pone en riesgo la salud, la integridad personal e incluso la vida de las comunidades afectadas por dicho proyecto. La queja también señalaba que continuar con esos trabajos impedía que las comunidades y pueblos participaran en las manifestaciones de impacto ambiental y social a la que todo megaproyecto debe someterse.
- Según las organizaciones, si bien las medidas no hacen referencia a la posible violación al derecho a un medio ambiente sano, así como a las vulneraciones derivadas de la falta de consulta y consentimiento informado hacia las comunidades indígenas, sí evidencia la arbitrariedad con la cual el ejecutivo federal y específicamente Fonatur han actuado al mantener, a toda costa y pasando por encima de los derechos de los pueblos, la implementación de un proyecto cuya sostenibilidad ha sido cuestionada por diversos sectores.
Las organizaciones que promovieron el recurso son Red de Litigio Estratégico en favor de Comunidades Indígenas y Campesinas de la Península de Yucatán; Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos; Red de Productores de Servicios Ambientales “Ya`Ax Sot’ Ot’ Yook’ol Kaab” y la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinb./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO