Durante las últimas semanas, Chiapas ha padecido una espiral de violencia, ocasionada por la feroz disputa por el control de la frontera con Guatemala, protagonizada por el Cártel de Sinaloa (CDS) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), así como una avenida de migrantes, como no se había visto en años.
David Saucedo, especialista en políticas públicas sobre seguridad, explicó que, durante años, el CDS ha controlado la ruta para el trasiego de drogas del Pacífico, una de las cuatro que conectan al sur del país con Estados Unidos.
De acuerdo con el analista, se trata de un derrotero que, originalmente inicia en Colombia y termina en Los Ángeles, California, Estados Unidos, pero tiene como uno de sus puntos estratégicos Chiapas.
- La droga se envía a México, ya sea, vía Ecuador o Venezuela. Algunos cargamentos llegan en lanchas rápidas a la costa chiapaneca. En ocasiones, los traficantes que vienen desde el centro y sur del continente entregan ahí para que la droga sea transportada por tierra y, en otras, solo recargan combustible para seguir costeando hacia el norte del país, por el litoral del Océano Pacífico.
- Las otras tres rutas son la del Centro, que va por tierra adentro de México, desde Tabasco a Texas y es utilizada intensamente por el CJNG; la del Golfo, que va desde Tabasco hacia Texas y en ella operan varias organizaciones, entre las que destacan el Cartel del Noreste, Zetas nueva Escuela y el Cartel del Golfo. Lo mismo ocurre con la ruta del Caribe, que comienza a reabrirse y que va de Campeche, Yucatán hacia Miami.
De acuerdo con lo contenido en informes de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) extraídos por la organización Guacamaya Leaks, si bien, en esa entidad operan, al menos hasta 2020, además del CDS, los Zetas y/o Vieja Escuela, el Cártel de los Beltrán Leyva, el Cartel del Golfo y el cartel de San Juan Chamula. Incluso el CJNG tenía presencia en algunas zonas.
EL CDS controla la zona centro de la frontera de Chiapas con Guatemala, en La Trinitaria y Frontera Comalapa, así como la franja costera que va desde Suchiate hasta Tonalá.
En el año 2022, llegó a Chiapas el CJNG y arrebató a los sinaloenses el control de algunos municipios del sur de la entidad y ahora le disputa esa región.
- Durante las últimas semanas, los jaliscienses comenzaron a tener una fuerte presión de los de Sinaloa y optaron por establecer un anillo de protección en la zona de Frontera Comalapa, mediante los llamados narcobloqueos, para impedir que llegaran a las poblaciones donde ellos se encontraban.
El problema fue que al impedir el paso se provocó desabasto de productos básicos y medicinas, además de que la población no pudo desplazarse para realizar sus actividades cotidianas.
Eso explica que, el pasado 23 de septiembre, cuando los sinaloenses, ya con refuerzos, entraron en columnas de vehículos con hombres fuertemente armados, a comunidades de esa zona, fueron recibidos por la población con aplausos y diversas muestras de aprobación, precisamente porque rompieron el bloqueo que padecieron durante semanas.
Ante el clima de violencia en la región, la iglesia católica, a través de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas denunció el mismo sábado 23 que se vive una crisis frente a la violencia estructural e institucional con la presencia de la delincuencia organizada “que lacera la vida” de las comunidades.
Señaló que la población de la zona sufre asesinatos, secuestros, desapariciones, amenazas, hostigamiento y despojo de bienes.
Asimismo, enfatizó que se ha denunciado permanentemente la crisis, la represión y la presencia de grupos criminales; sin embargo, no ha habido respuesta. “El silencio de las autoridades pone en riesgo la integridad humana y nos demuestra un Estado fallido y rebasado”.
El lunes pasado, el presidente, Andrés Manuel López Obrador se refirió al asunto. Dijo: “Resulta que en la frontera con Guatemala, en Chiapas, hay grupos de la delincuencia organizada que presuntamente se están disputando el territorio para tener espacios y guardar droga que entra de Centroamérica; afortunadamente no han habido muchos asesinatos, pero ha habido mucha propaganda”. Dijo que ya se estaba atendiendo el asunto.
“Les envío un saludo y al mismo tiempo el llamado para que no caigan en actos ilegales, que no se dejen someter, que no los enganchen, sobre todo a los jóvenes; y que ya ordené que haya más presencia de la Guardia Nacional en toda esa región y que vamos a seguir ayudando”, indicó.
El incremento en la violencia en esa orilla del país ocurre justo cuando se da una nueva oleada de migrantes provenientes de centro y Sudamérica.
El coordinador general de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Andrés Alfonso Ramírez Silva, informó que, desde agosto pasado, se incrementó considerablemente la llegada de migrantes extranjeros. Se trata, principalmente, de personas originarias de Venezuela y países de Centroamérica y El Caribe, que buscan llegar a Estados Unidos.
Detalló que la semana pasada (entre el 17 y 23 de septiembre), se presentó “una situación nunca vista” en Tapachula, pues la oleada de hasta 6,000 personas diarias, solicitando la condición de asilo. A esa cifra hay que sumar los que no acuden a esa institución y buscan continuar su camino hacia el norte del país.
Recordó que, en 2021, México había establecido una marca histórica en la materia, al ubicarse solo atrás de Estados Unidos y Alemania, en la recepción de solicitudes de condición de refugiado, con 129,768.
En 2022 esa cifra bajó a 118,570, pero este año (al 22 de septiembre), ya se habían superado los 111,000 y se prevé que para final del año se llegará a 150,000. Eso cifra sería más del doble de lo registrado en 2019 y más de cuatro veces la cantidad registrada en 2018.
Al 31 de agosto de 2023, la Comar había atendido 34,677 personas procedentes de Haití, 26,546 Honduras, 10,192 de Cuba y 4,363 de Venezuela, entre otras nacionalidades. Los registros señalan que este año han llegado migrantes de 105 países.
Hasta agosto pasado, el mayor número de migrantes había ocurrido en mayo, cuando arribaron y solicitaron refugio 14,843, con lo que se superó el registro de 134,282 de marzo. Aunque en agosto pasado, se atendieron 11,895, se espera que para septiembre esa cifra se incremente considerablemente.
Ramírez Silva comentó que, a escala internacional, el fenómeno de la migración se está incrementando de una forma dramática.
Se espera que en los próximos días continúe una alta llegada de migrantes desde el cono sur, pues las autoridades panameñas han alertado sobre la avenida de migrantes por su territorio. De acuerdo con cifras recogidas por EFE y difundidas en diarios de aquella nación, hasta la semana pasada, más de 399,000 migrantes habían pasado durante este 2024 a través de la Selva del Darién. En 2022 fueron 248,000.
CDS y CJNG no participan en tráfico de ilegales, pero sus aliados sí
Posteriormente, decidieron cooptar a migrantes para incorporarlos a sus estructuras delictivas y quienes se reusaban los ejecutaban.
Asimismo, incursionaron en la extorsión, ya sea directamente a los migrantes o bien, reteniéndolos y exigir un pago por su liberación a sus familiares en el extranjero.
Actualmente, el crimen organizado, se dedica, de manera intensiva, a esa actividad y para ello tiene diversas rutas hacia Estados Unidos.
El especialista destacó que hay migrantes, que se desplazan sin pedir ayuda a polleros o a la delincuencia organizada. Se trata, principalmente de aquellos que ya han atravesado anteriormente el país.
Llamó la atención en que, si bien, tanto el Cártel de Sinaloa como el Jalisco Nueva Generación, no se dedican a esa actividad, sí lo hacen una serie de organizaciones criminales con las que tienen alianzas.
- Según el reporte “El crimen organizado y la migración centroamericana en México” realizado por el Robert Strauss Center, En México, los migrantes irregulares y los grupos del crimen organizado, por lo general, interactúan en una de dos formas: para facilitar el trayecto de los migrantes o para victimizarlos en el camino.
- Los migrantes pueden cooperar voluntariamente con los grupos del crimen organizado contratando coyotes, pagando una cierta cuota o trabajando para estos grupos durante su trayecto. Sin embargo, estos grupos pueden abusar de los migrantes por medio del robo, extorsión, secuestro y trata.
En 2018 se estimaba que las ganancias de la delincuencia organizada mexicana, extraídas de los migrantes eran de unos 20.5 millones de dólares, por secuestro; 1.2 millones, por robo; 96 millones, por cuota de pago de piso y 17.1 millones por abandono de migrantes, para un total, aproximado, de 134.7 millones de dólares./Agencias-PUNTOporPUNTO