Después de ocho años de funcionamiento, el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) 9, de Ciudad Juárez, Chihuahua, cerró por no cumplir con los requisitos para albergar a presos de alta peligrosidad, con lo que ya es el sexto penal que deja de funcionar en cinco años.
- El cierre se dio a conocer mediante un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, lo que obligó el traslado de alrededor de 300 presos de lo que fue la última parada del capo El Chapo Guzmán, antes de ser extraditado a EU, en enero de 2017.
“Las personas privadas de la libertad que alberga el Cefereso número 9 Norte serán trasladadas a los centros que determine el comisionado de Prevención y Readaptación Social, quien hace las acciones y gestiones necesarias para ello, respetando en todo momento sus derechos humanos”, se lee en el decreto.
- Según el documento, los custodios también serán reubicados en otros penales que determine el comisionado, “de acuerdo con las necesidades de la institución”.
- El traslado de los reos provocó la molestia de los familiares, quienes aseguraron que hasta el momento desconocen su paradero.
- El Cefereso de Ciudad de Juárez es el último de una lista de seis penales que han cerrado o están inactivos y en los que tres administraciones federales invirtieron en los últimos años más de 40 mil 580 millones de pesos.
El 10 de noviembre MILENIO informó que los gobiernos de Felipe Calderón, Enrique Peña y López Obrador asignaron dicho monto a los penales federales.
- Al Complejo Penitenciario Islas Marías, cerrado a principios de 2019, se destinaron 15 mil 241 millones 788 mil 136 pesos; al Cefereso 10, en Monclova, Coahuila, 10 mil 795 millones 643 mil 740, pero se encuentra inactivo desde 2017, y 9 mil 967 millones 775 mil 364 pesos al Cefereso 6 Sureste, en Huimanguillo, Tabasco, desincorporado apenas en octubre.
- Para Puente Grande, en Jalisco, inhabilitado como prisión federal a finales de septiembre, se gastaron 213 millones, y casi 57 millones al Cefereso 3, en Tamaulipas, inactivo desde diciembre de 2015. La inversión alcanzó al penal de Papantla, en Veracruz, que recibió 4 mil millones de pesos; sin embargo, sigue en obra negra.
Los más de 40 mil millones de pesos para esos penales, cerrados o fuera de operación, tenían el objetivo de culminar obras en sistemas de alta seguridad./MILENIO-´PUNTOporPUNTO