Los casos nuevos de Covid-19 en Estados Unidos han disminuido drásticamente en las últimas tres semanas, pero los expertos se preguntan si los estadounidenses tendrán la disciplina necesaria para mantener los cuidados hasta que la epidemia esté bajo control.
- Después de alcanzar un máximo de más de 70,000 nuevos casos por día en julio, el país registró 43.000 contagios el jueves. Las hospitalizaciones se han reducido en un tercio desde ese pico, según el Proyecto Covid Tracking, y el número de muertes, estable en mil por día desde finales de julio, debería comenzar a disminuir.
«Se puede esperar que la semana que viene empecemos a ver una reducción», en las muertes, dijo el jueves el director del Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), Robert Redfield, a la revista médica Jama.
Sin embargo, el país no está fuera de peligro. La tasa de incidencia (número de casos nuevos notificados) sigue siendo tres veces superior a la observada en Francia o México. Y el promedio estadounidense esconde enormes disparidades regionales.
- «Estamos empezando a cambiar el rumbo de lo que llamo epidemia del Sur», dijo Redfield. «Pero hay señales preocupantes», señalando a la región central del Medio Oeste, donde las cifras en lugar de caer permanecen inamovibles.
- «El Medio Oeste está estancado en este momento», advirtió Redfield.
«No necesitamos tener una tercera ola», en el corazón del país, agregó.
El miedo de las autoridades sanitarias es que se repita el escenario de desastre que se vivió en la primavera cuando, presionados por el presidente Donald trump, muchos estados del sur y oeste -que habían sido levemente afectados durante la primera ola (febrero-marzo)- se desconfinaron antes de reducir la incidencia a un nivel bajo, lo que provocó el gran repunte de junio y julio.
Regreso a clases
Pese al complejo panorama, muchas escuelas y universidades se arriesgan implementando la vuelta a clases.
Alabama reabrirá sus campus, pero haciendo test a todos sus estudiantes primero. En otras zonas, las principales universidades de Carolina volvieron a modo virtual luego de dar luz verde al reinicio la semana pasada, debido a brotes de contagio en residencias de estudiantes.
Para las escuelas, colegios y secundarios, en la mayoría de las grandes ciudades (Washington, Chicago, Houston, Los Ángeles) se optó por un comienzo 100% virtual.
- Trump está a favor de una reapertura total y un retorno a la normalidad, pero el gobierno federal deja que las autoridades locales evalúen los riesgos por sí mismas. No se han establecido criterios epidémicos a nivel nacional.
- «Hay que pensarlo dos veces antes de traer a los niños a la escuela» en zonas «rojas» (incidencia superior a 100 casos semana por cada 100,000 habitantes), advirtió Anthony Fauci, experto en enfermedades infecciosas del gobierno, en un intercambio con la Universidad George Washington.
En la misma línea, Jennifer Nuzzo, epidemióloga de Johns Hopkins, alertó que hay que tener en cuenta la incidencia del virus en zonas circundantes y cerrar los establecimientos si es necesario.
Fauci ha rechazado de manera incansable la relajación de las acciones de protección que han demostrado su incidencia para bajar contagios desde Nueva York hasta Phoenix.
«Tenemos el poder, incluso antes de la llegada de una vacuna para controlar esta epidemia si respetamos los principios de salud pública», dice el especialista. «Me encantaría ver a todo Estados Unidos moverse en la misma dirección».
- Se requiere paciencia: incluso si una vacuna estuviera disponible a principios de 2021 «el regreso a la normalidad» tomará meses, transitar un periodo de vacunación y lograr la inmunidad colectiva.
Ezekiel Emanuel, de la Universidad de Pennsylvania, estima que será necesario esperar hasta noviembre de 2021 o enero de 2022 para lograr el gran objetivo de doblegar a un virus que puso de cabeza al mundo./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO