El crimen organizado halló su veta de oro en las empresas mineras y sus proveedores, así como en negocios, transporte público y hasta tienditas del llamado “Cinturón de Oro”, según reportes de organizaciones no gubernamentales y testimonios.
Las minas de oro y plata que padecen las extorsiones de los criminales están en los Municipios de Eduardo Neri, Tepecuacuilco, Cocula, Huitzuco, Copalillo, Heliodoro Castillo y Atenango del Río. Las bandas han aprovechado el “boom” minero de la región, el cual ha generado empleos, mayor actividad económica y recursos para obras públicas.
Las minas Los Filos y Bermejo, propiedad de la canadiense Leagold Mining Corporation y ubicada en el Municipio de Eduardo Neri, son dos de las más afectadas. Según la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), 2 mil 600 trabajadores de esas minas son obligados a pagar entre 12 mil y 15 mil pesos anuales cada uno./ REFORMA