Células y grupos criminales vinculados con cárteles de la droga buscan recuperar sus pérdidas durante la cuarentena, cuando bajó la actividad económica en el país, mediante un aumento de robos en el autotransporte de carga, destacó un análisis de empresas de seguridad privada. “Muchos de los robos ya están pactados y dirigidos por grupos criminales que han infiltrado al personal de las empresas”, afirmó a ContraRéplica Javier Robles, director corporativo de Relaciones Públicas de GMSI, responsable del informe. La suspensión del subsidio para mejorar el equipamiento de los policías municipales empeora la situación, afirmó
- Células y grupos criminales vinculados con cárteles de la droga buscan recuperar sus pérdidas durante la cuarentena, cuando bajó la actividad económica en el país, mediante un aumento de robos en el autotransporte de carga, destacó un análisis de la empresa de seguridad privada.
- “El incremento de robo a transportistas por parte de células criminales vinculadas a grupos de delincuentes como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se ha vuelto un verdadero viacrucis para los choferes de vehículos de carga en diversas zonas carreteras del país”, se expone en el estudio elaborado por Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial (GMSI).
- De acuerdo con datos proporcionados por la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, tan sólo en julio de 2020 se cometieron mil 311 robos a transportistas; es decir, 42.3 robos por día, “lo que pone de manifiesto que tanto los cárteles como otras organizaciones del crimen organizado están intentando recuperar a como dé lugar el terreno perdido durante el confinamiento sanitario”.
- Al respecto, Javier Robles, director corporativo de Relaciones Públicas GMSI, dijo que sumado a esta ola de delitos postpandemia se suma la supresión del subsidio para el Fortalecimiento del Desempeño en Materia de Seguridad (Fortaserg), bajo el cual se destinaban recursos para mejorar las condiciones laborales y equipamiento de los policías municipales.
“Ello deja en total desventaja a los cuerpos de seguridad ante el crimen organizado que podría incrementar su campo de acción y la disputa de plazas en los distintos municipios del país, afectando tanto a la población civil como a la industria del autotransporte que no ha terminado de recuperarse del embate económico del Covid-19”, manifestó Robles.
- Expuso que “dentro del ámbito de la seguridad sabemos que muchos de los robos a autotransporte ya están pactados y dirigidos por grupos criminales que han infiltrado al personal de las empresas”.
“Los delincuentes siempre están en busca de oportunidades, en México hay una cultura muy pobre sobre la prevención del delito, las empresas toman decisiones hasta que ya se ven afectadas por la delincuencia, pero en realidad ese tipo de acciones se deberían de implementar de una manera previsora”, aseguró el experto.
La última Encuesta Nacional de Victimización a Empresas realizada por el Inegi, reportó que el robo al autotransporte representa 10 por ciento de los delitos cometidos contra todas las empresas que transportan algún tipo de mercancía por las diversas carreteras y autopistas del país, en donde los criminales han logrado coludirse con los cuerpos policiacos estatales o municipales y al mismo tiempo han aprovechado matemáticamente la falta de elementos en la Guardia Nacional.
El estudio añade que el despliegue de los 90 mil elementos que conforman dicha corporación, por las 32 entidades federativas del país, solo alcanzan a cubrir 176 coordinaciones regionales de un total de 266, factor que resulta insuficiente para brindar mayor seguridad al sector del autotransporte.
Se expone que ante esta situación se debe revertir el recorte al Fortaserg y las empresas deben crear sistemas globales de seguridad que les permita enfrentar desde entornos cambiantes como el que vivimos con el Covid-19, hasta poder hacerle frente al cibercrimen, los cárteles de la droga, la delincuencia organizada y otras amenazas que puedan dañar el patrimonio de las empresas.
- “Nosotros siempre recomendamos que, en un almacén o un centro de distribución, por ejemplo, el personal operativo y los guardias de seguridad no hagan uso de teléfonos móviles. Con ello se evita que puedan tener contacto externo con la delincuencia organizada e informar de los cargamentos o materiales que trasladarán los transportistas.
- “A veces resulta muy notoria la complicidad del personal con los hampones, ya que un ladrón común no sabría cómo desvincular la caja del tráiler que robó y tampoco conducir una unidad pesada con tanta facilidad, como lo hacen ellos”, concluyó el experto./CONTRAREPLICA-PUNTOporPUNTO