Juan (no es su nombre real) es una persona de 58 años adicta a la heroína y fentanilo. Vive completamente solo en Mexicali, Baja California, desde 2007, cuando llegó a esa ciudad. Asegura que, pese a su adicción, no llegan a su mente pensamientos “torcidos”, aunque, “a veces, sí de suicidio”. Su gran anhelo es tener una compañera: “No quiero ser una estadística más, como mis compañeros que se han muerto por estar solos por sobredosis.
Solo se da ánimos y dice que si alguien está ahí, lo puede ayudar y auxiliar con naloxona (…) pero luego se derrumba y suelta: “Honestamente tengo miedo de morir solo”.
Él es tan solo una de las decenas de personas que padece los estragos de los opioides en las calles de la capital bajacaliforniana, la cual, junto con Tijuana; San Luis Rio Colorado y Hermosillo, Sonora; Ciudad Juárez, Chihuahua y Culiacán, Sinaloa, padecen un severo problema de salud pública, derivado del consumo ilegal de fentanilo.
El problema es que esa sustancia abunda y es responsable de un creciente número de casos de sobredosis, las cuales pueden enfrentarse con naloxona, pero, resulta que es un antídoto difícil de conseguir porque en México es considerado como una sustancia psicotrópica, a pesar de que no lo es.
Si bien no existen cifras oficiales que permitan tener una idea precisa de la cantidad de personas adictas al fentanilo en México, lo que sí se tiene claro es que ciudades de Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Baja California enfrentan una situación delicada, señala Nadia Robles, directora del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas de la Secretaría de Salud.
- Según la funcionaria, durante los últimos años, México ha experimentado un proceso de transición epidemiológica. En 2013 la demanda de tratamiento psicológico derivado del consumo de sustancias estaba relacionada con el consumo de mariguana, alcohol y algunos casos de metanfetaminas; sin embargo, en 2021, las metanfetaminas, especialmente el Cristal (speed, meth, hielo, vidrio, tiza), representaron ya la principal sustancia por la que se demandó tratamiento y representó 45% de la población que acudió a atención, que fueron alrededor de 130,000 personas.
Detalla que actualmente hay 21 estados donde se ha registrado un marcado incremento en el uso de ese tipo de sustancias.
El mayor problema, resalta, es que se ha incrementado la detección de metanfetaminas adulteradas con fentanilo, lo cual es preocupante.
- En la zona de El Bordo y El Canal de Tijuana, en el Centro de Mexicali o en el Centro de San Luis Río Colorado, por ejemplo, abunda el fentanilo, con sus múltiples presentaciones y nombres: Apache, dance fever, friend, goodfellas, jackport, murder 8, tango & cash, China White, M30 o speed ball, cuando se sabe que está mezclado con heroína.
Refiere que en las ciudades arriba mencionadas, se ha encontrado fentanilo en más de 50% de las muestras de sustancias consumidas por las personas que acuden a los centros comunitarios solicitando atención a su problema de adicción.
Recordó que en 2013 y 2014 llegaban al Observatorio, “si al caso”, cinco personas buscando atención por consumo de fentanilo. Sin embargo, para 2021 el número se incrementó a 184 y para 2022 el número subió a 319.
- En tanto, un estudio realizado por la Universidad de Brown entre junio de 2019 y mayo de 2021 en Mexicali, identificó que los eventos de sobredosis aumentaron cerca de 30% durante la pandemia de Covid-19 y registró en dos años, un total de 464 casos.
En Estados Unidos, cada año se registran más de 100,000 muertes por sobredosis, 64% de ellas ocasionadas por opioides sintéticos, principalmente fentanilo y México es el principal proveedor de fentanilo ilícito para e esa nación y Canadá./Agencias-PUNTOporPUNTO