Los hechos ocurrieron cerca de las 19:00 en el tercer piso del Senado. La senadora de Morena, Citlalli Hernández, decidió abrir un paquete que le había llegado un día antes. Se trataba de un supuesto regalo, que tenía forma de libro. Al abrirlo, una llamarada impactó sobre su rostro. Un atentado -por fortuna, sin grandes consecuencias- había ocurrido en el corazón de uno de los poderes del estado mexicano.
Según pudo saber en exclusiva LPO, Citlalli fue llevada de inmediato a la sala de atención médica de la propia Cámara Alta, y no habría sufrido heridas de gravedad. Horas después de confirmaba esta información, que adelantó este medio, y de acuerdo con la valoración del servicio médico de Senado, Hernández Mora se reportaba como «estable».
La información comenzó a viralizarse en las redes sociales, y entre los grupos de whatsapp de los senadores, que se preguntaban por el estado de salud de su compañera. Nadie podía dar con la legisladora ni con su equipo. Y ella mismo, más tarde, confirmaría por redes que había sufrido un atentado, aunque se encontraba bien de salud. «Me encuentro bien y fuerte», escribió. «Agradezco su preocupación y cariño».
Lo llamativo es que minutos más tarde borraría ese tuit. En el Senado explican que sus abogados le pidieron que no hiciera ninguna declaración, ni siquiera de ese tipo, por redes. «Condeno totalmente el acto violento e intimidatorio que sufrí en mi oficina -continuaba-, pero refrendo mi convicción de que la revolución de las conciencias y el cambio en este país se debe dar y se dará en forma pacífica», decía.
Los asesores de la legisladora aguardaron la llegada de los peritos de la Fiscalía General, para que puedan tomar las primeras investigaciones en el lugar. El suceso fue notificado rápidamente a Ricardo Monreal, el líder de la bancada oficialista, que ya analiza reforzar la medidas de seguridad en el edificio. Así lo declaró, luego de confirmar que levantó una denuncia ante la Fiscalía General de la República.
Las fotografías del artefacto fueron tomadas en la oficina de la senadora y empezaron a circular en grupos de whatsapp de los senadores morenos. Algunos de los más cercanos a la legisladora aseguraban que la llamarada no alcanzó a quemarle las manos, pero sí le prendió fuego una parte de su ropa y le quemó también una ceja. Desde su equipo, revelaron a esta redacción, no tiene más quemaduras de gravedad.
- «Hemos hecho una solicitud respetuosa pero enérgica a la Fiscalía para deslindar responsabilidades. De inmediato fui atendido por el fiscal y en este momento hay personal de la FGR y de Servicios Periciales en el Senado. Todo el grupo parlamentario condenamos estos estos y le mandamos saludos fraternos a nuestra compañera. No le queremos causar ningún pánico ni preocupación excesiva», explicó Monreal.
Y agregó: «Fue una caja que simulaba libros y que al destaparla estallaron algunos explosivos caseros, por fortuna sin consecuencias que lamentar. Vamos a tomar decisiones, medidas más estrictas en la revisión de paquetes y también propondré en la Junta de Coordinación Política que haya más restricción en la entrada y salida, además de vigilancia por cámaras. No queremos especular. No queremos adelantar ningún juicio». /LAPOLITICAONLINE-PUNTOporPUNTO
Sobre el incidente de esta noche, puedo decirles que estoy bien. Se han tomado todas las medidas de seguridad necesarias y dejaremos que las autoridades competentes actúen sobre el caso.
Agradezco infinitamente sus preocupaciones y muestras de cariño. Amor con amor se paga.
— Citlalli Hernández M (@CitlaHM) May 30, 2019