Los homicidios contra niños y adolescentes se incrementó de manera sostenida en México en los años recientes, en un promedio de cuatro diarios, que en 2017 sumaron mil 468 casos, informó Christian Skoog, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
- En la presentación del Panorama estadístico de la violencia contra niñas, niños y adolescentes en México, destacó que en más de la mitad fueron ocasionados por armas de fuego, debido a su disponibilidad, y en 96 por ciento se presume que fueron de manera intencional.
- Los casos se concentran en cuatro zonas geográficas: la primera, en los municipios que colindan con Sinaloa, Durango y Chihuahua; la segunda, alrededor de Ciudad Juárez y municipios contiguos; la tercera, en Tamaulipas y algunos municipios de la frontera con Nuevo León, y la última, los municipios del centro y sur de Guerrero, precisó.
- Ante la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Nashieli Ramírez, y funcionarios federales, señaló que además de la violencia en el hogar, la escuela y el entorno digital, en la comunidad enfrentan homicidios y desapariciones o extravíos.
- Dichas modalidades se reflejaron en 19 mil 121 defunciones por homicidio entre 2000 y 2017, donde 76 por ciento fueron niños y hombres adolescentes, principalmente de entre 12 y 17 años; mientras a finales del año antepasado se registraron 5 mil 790 desapariciones, varias con más de ocho años.
- En el Registro Nacional de Personas Desaparecidas o No Localizadas, comentó, es prácticamente imposible saber el motivo de la eliminación de alguna, y se tiene un subregistro de casos por la falta de denuncia o por clasificarse el hecho como otro delito.
Destacó que existen dos puntos clave de riesgo, como las áreas densamente pobladas y puntos fronterizos, aunque llama la atención que las defunciones por homicidio y las denuncias de desapariciones concurran en la zona entre Tamaulipas y Nuevo León.
- La responsable del área de Datos y Conocimiento de ONU Mujeres en México, Teresa Guerra, afirmó que la violencia contra este sector de la población es un motivo de vergüenza para todas las sociedades y un obstáculo para el desarrollo inclusivo y sostenible, por lo que debe atenderse.
- Tras reconocer el trabajo del doctor Carlos Echarri sobre violencia feminicida, por quien se guardó un minuto de silencio, la presidenta de la CDHDF advirtió sobre el riesgo de que los niños y adolescentes consideren la Internet como un entorno seguro.
- Su percepción es preocupante porque ahí existen redes de trata, se recrudece el acoso entre escolares y se vuelve más violenta la vida, cuando muchos de quienes participan en crímenes de alto impacto sufrieron violencia en su hogar e infancia.
La solución no está en un castigo corporal, sino en tener alguien a su lado, generar responsabilidad del Estado y no pensar que los asuntos de la infancia son asuntos privados, cuando son públicos, afirmó. /LA JORNADA-PUNTOporPUNTO