Aislamiento por la pandemia AMENAZA el DESARROLLO INFANTIL

Niños en la primera infancia podrían comenzar a experimentar problemas de lenguaje, dificultad para mantener la atención, para desapegarse de sus papás y hasta para establecer contacto visual, debido al aislamiento por la pandemia de covid-19.

Así lo alertó Antonio Rizzoli, jefe de servicio de Pediatría del Desarrollo y la Conducta del Hospital Infantil de México, quien indicó que el desarrollo de las conexiones neuronales, inteligencia, personalidad y creatividad de menores de cinco años de edad está en riesgo, ya que en los primeros años de vida se construyen las bases del desarrollo cognitivo, emocional y social de los infantes.

  • El especialista también advirtió respecto de un incremento en los problemas de atención entre los menores de edad, derivado del uso excesivo de la tecnología.
  • El desarrollo de las conexiones neuronales, inteligencia, personalidad y creatividad de menores de cinco años de edad está en peligro a causa de la pandemia de covid-19.
  • El próximo año, niños que viven su primera infancia —entre los 0 y los cinco años— podrían comenzar a experimentar problemas de lenguaje y en el área cognitiva, dificultad para mantener la atención, para desapegarse de sus papás y hasta para establecer contacto visual, advirtió Antonio Rizzoli Córdoba, jefe de servicio de Pediatría del Desarrollo y la Conducta, del Hospital Infantil de México.
LA COVID VINO A EMPEORAR LAS COSAS

Desde el embarazo, los niños que nacerán en estos días y a inicios de 2021 ya están sufriendo un impacto, agregó el especialista.

Antes de la pandemia, México ya enfrentaba desafíos en materia de desarrollo infantil temprano. Uno de cada cuatro a cinco niños menores de dos años tenía problemas de lenguaje, mientras que, a los cuatro años, uno de cada tres presentaba dificultades en la parte cognitiva.

A pesar de que está demostrado que en los primeros años de vida se construyen las bases para el desarrollo cognitivo, emocional y social de niños para el resto de su vida, de los 13 millones de mexicanos menores de cinco años de edad, únicamente 36.7% recibe educación inicial en alguna institución pública o privada.

Y hoy, nacer y crecer en medio de la pandemia eliminó, incluso, esa posibilidad.

“¿Qué va pasar el próximo año? Vamos a ver un incremento en dos problemas de una forma excesiva: en el tema de lenguaje y de conocimientos alfanuméricos. ¿Por qué? Porque la forma de adquirir conocimientos es a través de ir a la escuela”, dijo Rizzoli.

En entrevista, el pediatra del desarrollo y la conducta explicó que el confinamiento a causa de la pandemia ha ocasionado, además que los niños en su primera infancia hayan perdido la posibilidad de establecer, por ejemplo, contacto visual y verbal con los demás.

“Los niños van a empezar a vivir diciendo entiendo los ojos, pero tal vez no va faltar algún niño que sienta que la sonrisa y el estar enseñando los dientes podría ser algo agresivo, porque se acostumbraron a ver a la gente usando cubrebocas. No van a reconocer caras, entonces va a haber ansiedad de separación respecto de sus padres cuando tengan que interactuar con los demás y vamos a estar viendo problemas de niños que van a estar llorando, que van a tener miedo, que no van a querer ir a la escuela”, comentó.

  • También alertó sobre un incremento en los problemas de atención debido al uso excesivo de tecnología.
  • “Hace menos de dos años, la Academia Americana de Psiquiatría decía sobre el uso de tecnologías que no más de 30 minutos al día, y de repente queremos que los niños estén frente a una pantalla cuatro horas viendo algunos tipos de contenido, entonces un reto es que puede ser que los niños no se estén concentrando y se distraigan, por lo que vamos a comenzar a escuchar sobre más problemas de atención, que no quiere decir que haya un trastorno por déficit de atención, quiere decir que el niño no está pudiendo con la atención y eso puede impactar en el nivel de conocimiento”, señaló.

Para el también integrante del Consejo Consultivo del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), uno de los mayores riesgos que comienza a presentarse es que con el paso de los meses cada vez se escucha a más papás y mamás decir: ay, bueno, ya, ahorita los dejo así y ya que regresen a la escuela que aprendan, ya que eso impactará en la vida de los niños en el largo plazo.

Destacó, por ejemplo, que la primera fase de adquisición de lenguaje se da entre el primer y segundo año de vida, a partir de lo que se escucha.

¿CUÁL ES EL RETO?

“El reto que tenemos en lenguaje es que todos estos niños que están en la pandemia ¿qué están escuchando?, ¿a quién están escuchando?, ¿cómo les están hablando?, y un error común de los papás es decir es que somos dos adultos en la casa y no la pasamos hablando todo el día, o es que mi hijo está aquí conmigo mientras yo estoy tomando mis videollamadas, sí, pero nadie le está hablando al niño, y entonces, aunque esas palabras pueden servir para que vayan adquiriendo vocabulario, no se está viendo esta necesidad del niño de expresar las ideas o de sentir que se le está hablando a él”, expuso.

Las embarazadas probablemente, refirió, estén hablando menos en voz alta porque que no salen de casa.

“Y las primeras palabras que se empiezan a reconocer son justamente las que habla mamá en voz alta mientras el bebé está en el útero y en especial a partir de las 26 semanas de gestación, entonces vamos a tener niños productos de embarazos, que, si además mamí está estresada y con miedo, tengan afectación”, indicó.

INTERACCIÓN SOCIAL

Por otro lado, el especialista, quien recordó que la educación inicial es un derecho constitucional desde 2019, insistió en que la interacción social es fundamental para los niños.

Tan es así, que a partir de un estudio que se realizó en estancias de DIF-Sedesol con casi 500 mil niños, se concluyó que acudir a un centro de atención infantil por más de seis meses a partir del año de vida, triplica la probabilidad de desarrollo en lenguaje y la parte cognitiva dos años después, en comparación con los niños que no acudieron.

Ante ello, Rizzoli les pidió a los padres de familia no darse por vencidos y brindarles a sus hijos la experiencia que necesitan a través de un cuidado sensible que les garantice, además de salud y nutrición, atención afectiva, confianza, seguridad y aprendizaje, lo que modificará su función cerebral para el resto de sus vidas./EXCELSIOR-PUNTOporPUNTO

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