Después de que se conoció el hallazgo del cadáver del estudiante de la Universidad del Pedregal Norberto Ronquillo, secuestrado la semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió, una vez más, que abatir la inseguridad es una asignatura pendiente. Estamos ocupados y preocupados; lamentamos mucho estos casos.
Nos duelen, lo digo de manera sincera. Estamos trabajando para que haya paz y tranquilidad, expresó en su conferencia matutina en Palacio Nacional. Agregó que desgraciadamente, en la última etapa del pasado gobierno de la Ciudad de México se descuidó la atención en materia de seguridad y aumentó la incidencia delictiva, pero confió en que la administración de Claudia Sheinbaum Pardo atienda esta demanda justa de los ciudadanos./LA JORNADA