El Consejo General del INE aprobó sancionar al PRI con 36 millones 544 mil pesos por haber recibido 14.6 millones de pesos durante 2015 del gobierno de Chihuahua, que desvió recursos del salario de sus trabajadores para fondear a ese partido. Hubo una simulación de aportaciones voluntarias, cuando en realidad se trató de la retención involuntaria de compensaciones de los trabajadores, recursos que fueron “apartados” por la Secretaría de Hacienda de Chihuahua para entregarlos mensualmente al PRI, de acuerdo con la resolución. Esta investigación es un mensaje a todos, la fiscalización detectará mecanismos complejos para hacerse de recursos de manera ilícita: “Conquistar el gobierno no implica imponer retenciones a los subordinados ni forzar adhesiones partidistas, los trabajadores de los gobiernos son servidores públicos, no base política ni militancia”, advirtió el consejero Ciro Murayama, presidente de la Comisión de Fiscalización./EXCÉLSIOR