El presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que el proyecto económico que presentará hoy en Palacio Nacional “no va a ser ortodoxo” ni atenderá las peticiones de eventuales rescates financieros mediante contratación de deuda.
- El primer informe trimestral del segundo año de gobierno destaca porque se convertirá en la presentación de un plan para reactivar la economía del país, para el que dispone de casi 1 billón de pesos, y porque estará solo, sin su gabinete ni invitados especiales.
“El domingo va el plan económico, solo que no va a ser ortodoxo, no es más de lo mismo porque esto ya cambió, porque siempre la costumbre era que ante estas crisis ahí iba el plan para contratar deuda; estoy haciendo todo lo posible para no contratar deuda. ¡Imagínense si endeudamos al país, no, tenemos muchos recursos!”, afirmó ayer el mandatario en su conferencia matutina. AMLO también criticó a los que están pidiendo que se destinen fondos para el rescate económico: “¡Es una insensatez estar pensando más de lo mismo! Ya rompimos el molde del neoliberalismo. ¡No podemos meter vino nuevo en botellas viejas!”, aseguró.
- La cita para el informe es hoy a las 17 horas en el patio central de Palacio Nacional. Se prevé un mensaje de 60 minutos con detalles de las acciones que el gobierno federal implementará con el fin de proteger empleos, apoyar a las pequeñas empresas y activar industrias prioritarias, para lo cual se dispone de “muchísimo” dinero.
- Un informe que reflejará a cabalidad la situación actual del país, pues el Presidente estará solo, a lo mucho acompañado por algunos de sus colaboradores más cercanos, pero nada ni nadie más. Será un informe en cuarentena. Susana Distancia tendrá el papel protagónico. López Obrador puntualizará los lineamientos que,en conjunto con la iniciativa privada, pondrá en marcha para evitar que la crisis afecte a la economía popular, la principal preocupación del jefe del Ejecutivo.
- Para lograrlo, aseguró que se dispone, primero, de un fondo de 400 mil millones de pesos que anunció el pasado 24 de marzo pasado, los cuales servirán para mantener los programas sociales en marcha y enfrentar la caída en los precios del petróleo. Antes, el 18 de marzo, dijo que hay 220 mil millones de pesos en las arcas del gobierno, generados por el ahorro que significó cancelar el aeropuerto de Texcoco, que tenía un costo de 300 mil mdp, y hacer el proyecto en la base aérea de Santa Lucía, el cual costó 80 mil mdp.
Además, al plan de reactivación se suman 250 mil millones de pesos que el gobierno federal obtuvo de la extinción de fideicomisos y fondos de las dependencias federales, decretada esta semana que concluyó, que se destinarán principalmente al pago de deuda y con los que también se apuntalarán programas sociales a Pemex y se reactivará la industria de la construcción, una de las principales generadoras de empleos.
- Otra acción prioritaria del gobierno federal es otorgar 1 millón de créditos a pequeñas empresas, para lo cual se destinarán 25 mil millones de pesos, según informó el Presidente el 25 de marzo. Los créditos se repartirán la mitad para economía formal y el resto para comerciantes informales.
Para completar la bolsa total que hasta ahora ha informado la Federación están los 45 mil millones de pesos extra obtenidos de la recaudación, que fue 7 por ciento superior respecto a 2019. Una de las primeras acciones que implementó la actual administración para aminorar los efectos de la crisis en la población más vulnerable fue adelantar la entrega de pensiones a adultos mayores y menores con discapacidad, lo cual significó una inversión de al menos 45 mil millones de pesos.
Necesario verdadero plan de reactivación económica: IMCO
Este domingo el Presidente Andrés Manuel López Obrador presentará un plan de reactivación económica para enfrentar la crisis. Su plan debe contemplar acciones de corto plazo que mitiguen los efectos de la crisis sanitaria y de mediano plazo para comenzar la recuperación del dinamismo económico hacia el final de 2020.
Por ello, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) propone acciones de corto plazo que retoman aprendizajes de políticas públicas implementadas en otros países e insiste en adoptar ideas planteadas por expertos en materia económica.
¿Cuáles son las propuestas mínimas que los mexicanos necesitamos escuchar del Presidente?
Primero para los trabajadores más pobres: proteger salarios y empleo.
- Los primeros afectados por esta recesión económica serán las personas asalariadas de menores ingresos. Los programas de apoyo emergentes deben estar dirigidos principalmente a la población económicamente activa en riesgo de perder su empleo o con disminuciones importantes de ingreso.
Pequeños negocios:
- Defensa de las fuentes de empleo. Hay que atender a los trabajadores más vulnerables, pero inmediatamente después a las empresas más pequeñas que los emplean. Apoyar a los negocios, especialmente a los más pequeños, también es ayudar a las personas que viven de un salario.
El sector de pequeñas y medianas empresas depende de su flujo de efectivo diario para cumplir con sus obligaciones laborales. Necesitan estímulos fiscales, impuestos diferidos y reducción de la carga tributaria, para hacer frente a la falta de ingresos durante la contingencia.
- Además de los mecanismos tradicionales de subsidio a pymes, proponemos: impulsar un programa de financiamiento a través bolsas alternativas de valores administradas por la banca de desarrollo con el objetivo de poder invertir en acciones de empresas medianas que den liquidez para operaciones.
Esta medida debe ser acompañada de una reforma para facilitar la transición de empresas medianas a tipos de sociedades mercantiles con facultades para levantar capital en mercados bursátiles.
Mejora regulatoria que suprima trámites y pagos para la apertura de empresas. Acelerar el desarrollo del sector fintech y abrir las restricciones al crowdfunding empresarial para generar opciones de financiamiento a negocios con estrés de liquidez.
Política monetaria:
Más allá de bajar la tasa de interés, más allá de bajar la tasa de interés de referencia, el Banco de México debe tener facultades temporales otorgadas por el Poder Legislativo para comprar deuda pública y del sector privado no financiero.
Ello requiere una reforma constitucional, y será necesario acotar este mecanismo a la emergencia para que no sea permanente. Así se podría complementar el financiamiento de una política federal de estímulos sociales y productivos en este año.
- Además, el resultado práctico de este tipo de políticas sería la apertura de líneas de crédito al sector productivo. También el uso de los remanentes del banco central puede incluirse en el portafolio de opciones que necesita México para frenar la caída del dinamismo económico.
- Deuda pública al servicio de las familias mexicanas: recursos financieros La familia mexicana promedio tiene acceso limitado a créditos para sortear tiempos difíciles. Es momento de que el Estado use su acceso al sector financiero para ponerlo al servicio de las familias.
El gobierno federal debe pasar de un plan de responsabilidad fiscal inflexible a uno de responsabilidad social urgente y de la austeridad a la solidaridad.
Incrementar el déficit público y contratar deuda. No hay ni habrá pronto recursos disponibles por ingresos fiscales. Hay poco espacio fiscal para destinar recursos a un programa de rescate de corto plazo. El Estado puede financiar sus programas de apoyo con gasto, a partir de las siguientes fuentes:
línea de crédito por 60 mil millones de dólares que México tiene con el Fondo Monetario Internacional, ○ utilizar los remanentes del Fondo de Estabilización de los Ingresos
Presupuestarios: 160 mil millones de pesos.
Definir un plan para solventar los pagos de la deuda. El proyecto político y económico actual eventualmente tendrá que regresar a sus compromisos iniciales en términos de tributación: no endeudamiento y no elevar o crear impuestos.
Atender eficientemente estos objetivos de política pública no será fácil. México requiere de una reforma fiscal profunda. Una alternativa para elevar prospectos de recaudación en el mediano plazo involucra intervenciones que incentiven el uso de medios de pago electrónicos para incrementar los ingresos fiscales.
Reducir el uso de efectivo podría incrementar los ingresos fiscales entre un 2% y 4% del PIB debido a una mejor fiscalización de los sistemas de pagos electrónicos y la reducción de la economía informal dependiente del dinero en efectivo.
Trabajar con lo que se tiene: gestión pública en tiempos de crisis ante el desempleo, una familia mexicana preferiría posponer proyectos de inversión como la remodelación y acondicionamiento de la vivienda para redirigir sus pocos recursos hacia necesidades urgentes, como comprar alimentos y medicinas.
El gasto público adecuadamente dirigido puede cambiar estas decisiones: luz verde al presupuesto de salud y apoyos económicos, pausa a proyectos de inversión de largo plazo.
- El gobierno mexicano debe suspender temporalmente las obras que requieren un monto elevado de recursos de inversión pública, que podría ser destinada a mantener puestos de trabajo, especialmente en los pequeños negocios.
- Reenfocar los recursos de inversión pública comprometidos en las obras emblemáticas del sexenio permitirá hacer inversiones en investigación, desarrollo, medidas profilácticas y tecnología biomédica y hospitalaria que pueda ayudar a controlar la crisis.
- Estas inversiones pueden hacerse en conjunto con otros países para asegurar un impacto económico positivo de las mismas.
- Coordinación, colaboración y uso de infraestructura institucional. Todas las dependencias, entidades y niveles de gobierno tendrán que aportar a la bolsa, no solo de recursos monetarios sino también institucionales o usar los procesos ya establecidos para la entrega de programas sociales.
- Consolidar padrones de beneficiarios de programas sociales dispersos por toda la administración pública para identificar y generar un vínculo con familias y trabajadores informales que no cuenten con registro oficial ante las autoridades tributarias o de seguridad social.
Urge un plan económico de corto plazo que mitigue los efectos de la crisis sanitaria que se vive en el país. México debe estar preparado para un escenario catastrófico que podría destruir los prospectos de desarrollo y transformación de cualquier proyecto político y económico de mediano y largo plazo./Agencias-PUNTOporPUNTO