Ante las acusaciones entre Ricardo Anaya y José Antonio Meade, Andrés Manuel López Obrador los llamó a la tranquilidad en la recta final de la contienda electoral.
El candidato presidencial consideró como normal los apasionamientos en el último tramo de la campaña.
- «Espero que se tranquilicen, que se serenen, es normal. Estamos al final de la campaña. Todos quieren redoblar el esfuerzo y avanzar y hay fatiga, y también pasión y enojo», expresó el tabasqueño.
El candidato de la coalición Juntos Haremos Historia dijo que no caerá en provocaciones y mañana acudirá al último debate presidencial en calma.
- «Él (Anaya) está en su derecho de lanzarse duro como lo está haciendo, que siga su camino. Ahora está planteando que va meter a la cárcel a Peña, calculando que eso le va a dar votos», opinó.
- El abanderado de Morena, PT y PES señaló qué hay que ir pensando en la reconciliación del País. «Amor y paz. Va a ser el pueblo de México el que va a decidir», sostuvo López Obrador.
Desde esta localidad, donde arrancó en 2013 la Cruzada Contra el Hambre, López Obrador lamentó que ese programa no haya tenido resultados, pues consideró que en el municipio y la región en general prevalece la marginación.
El candidato presidencial también se dijo respetuoso del EZLN y de las organizaciones sociales, y se comprometió a atender la deuda histórica con los pueblos indígenas. Aquí, dijo, recibió reclamos de mejoras de caminos, abasto de medicamentos en hospitales y universidades públicas.
Sobre la ventaja que dijo tener en las preferencias electorales, el ex Jefe de Gobierno capitalino pidió a sus seguidores no confiarse y salir a votar el 1 de julio, porque hay entidades como Veracruz y Puebla donde los Gobiernos estatales están interviniendo./CON INFORMACIÓN DE REFORMA