Con la llegada de Morena al poder la confrontación entre los distintos sectores de la población en el país aumentó, una situación que expertos consideran se ha exacerbado con las descalificaciones del presidente y que de no solucionarse pronto, podría significar una traba para enfrentar los problemas que más dañan a los mexicanos
- México necesita reconciliarse. La ciudadanía del país se polariza cada vez más. Ser “chairo” o “fifí” es el calificativo de unos contra otros cuando de emitir una opinión política o no estar de acuerdo con algo se trata.
- La nación, a la que tanto se le ha reconocido por su diversidad, hoy está reducida a un binomio de criterios, inmersa en una guerra por la razón.
- De no revertirse la situación y encontrar los puntos comunes que lleven a los mexicanos al conciliación y al sosiego, los siguientes años podrían ser oscuros para la ciudadanía.
- Al país que desde hace 12 años está enfermo de violencia e inseguridad, hoy se suma el ambiente de descalificaciones y acusaciones tanto en espacios públicos como en las redes sociales.
- Estas plataformas, que antes eran terrenos fértiles para las diferentes expresiones, hoy son cuadriláteros colectivos en los que los insultos y la rabia son la regla y no la excepción.
- El domingo pasado, una marcha pacífica opositora al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador reunió a cerca de 15 mil personas en la Ciudad de México y a otras miles más en Guanajuato, Querétaro, Nuevo León, Jalisco, Yucatán, Michoacán y Sonora, entre otras entidades.
Las demandas de la llamada “Marcha del Silencio” fueron diversas: un sector de la sociedad exigió el cumplimiento de las promesas de campaña del hoy mandatario mientras otros se quejaron sobre la decisión de cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco y por algunos programas sociales impulsados por el Gobierno federal
Con pancartas y consignas, los asistentes se hicieron escuchar. Sin embargo, los mensajes en contra del presidente, estaban basados en la descalificación.
- “Peje…los que tenemos cerebro no votamos por ti. No te burles. Somos millones de mexicanos (sic)”, fue uno de los rótulos más representativos de la marcha.
- Este mensaje fue blanco de una gran cantidad de críticas por desacreditar a la ciudadanía que apoyó a López Obrador cuando era candidato a la Presidencia.
- En respuesta a algunas de las expresiones emitidas en la movilización, en redes sociales surgieron reclamos en contra mediante etiquetas como “#MarchaFifí” y, en horas siguientes, “#EducaAUnFifí”.
- Con estos hashtags, se le cuestionó a los quejosos por no estar bien informados y se destacaron faltas de ortografía en los carteles. Y con ello, las acusaciones entre ambas partes fueron en tono elevado y así se mantuvo la confrontación.
- “Y esta clase ‘alta’ bueno si son altos pero en estupidez #EducaAUnFifi (sic)”, fue uno de los comentarios en Twitter en respuesta a otra de las pancartas.
Ante este encono generalizado, el presidente López Obrador ha sido señalado por algunos de sus opositores como uno de los principales responsables de generar esta polarización
El jefe del Ejecutivo ha llamado “fifís”, “conservadores” y “adversarios” a aquellos que no están de acuerdo con sus decisiones o ideas, incluso integrantes de la prensa han recibido este tipo de calificativos como le ha ocurrido al periódico Reforma.
En su conferencia matutina de ayer, el tabasqueño aseguró que escucha todas las demandas de la ciudadanía, pero se mostró inconforme con algunos de los mensajes emitidos en la marcha del domingo.
- “Esa manta que decía: ‘Los que votaron por AMLO no tienen cerebro’… No se midieron, o sea, no, no, no. Es un pensamiento retrógrado, pero no se dan cuenta. Cuando hablo de que la corrupción es una enfermedad, es eso; lo primero que se tiene que hacer es aceptar que se está enfermo para poder tratarse.
- “De las cosas muy buenas de la marcha, primero la pasión y la voluntad de protestar, de tener ganas de protestar; eso es lo bueno, el no quedarse callados (…) Y lo otro, es que así hay más democracia”, dijo López Obrador.
Herida profunda
- México está dentro del 25 por ciento de los países con mayores niveles de desigualdad en el mundo, de acuerdo con la organización Oxfam, la cual evalúa la pobreza, la injusticia y la desigualdad.
- Una de las pruebas más claras de esto es que10 de las personas más acaudaladas en México poseen la misma riqueza que el 50 por ciento de la población más pobre. Aunado a ello, datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) revelan que en el 2016 había 53.4 millones de personas en situación de pobreza, lo que representa el 43.6 por ciento de la población total
Con las recientes elecciones y la llegada de López Obrador a la Presidencia, el discurso de “primero los pobres” dirigido al sector más desfavorecido le atrajo el respaldo de 30 millones de votantes, quienes esperan que problemáticas como la pobreza o la inseguridad sean contenidos y resueltos.
No obstante, han sido problemas que de manera histórica han despertado resentimientos sociales entre unas clases y otras. Asimismo, el discurso del jefe del Ejecutivo también ha sido un referente en el lenguaje de la ciudadanía al poner en la opinión pública adjetivos como “fifí”, para referirse a las personas de clase alta; o “conservador” para nombrar a sus opositores.
En sentido contrario, en redes sociales, es común encontrar la palabra “chairo” con la que se define a las personas que comulgan y apoyan el proyecto del morenista.
La protesta del domingo y la del 11 de noviembre pasado, que fue en contra de la consulta ciudadana para determinar la cancelación o continuación de la construcción del NAIM en Texcoco, dejó a la vista que segmentos de la sociedad que no habían expresado su opinión con marchas en sexenios pasados salieron a las calles para hacerse visibles ante la llegada de la Cuarta Transformación
Es por esto que la polarización que desde hace meses se exacerbó comenzó a ser también una disputa de clases sociales./REPORTE INDIGO-PUNTOporPUNTO