El Senado eligió a la ex titular del Sistema de Administración Tributaria (SAT) Margarita Ríos Farjat como la nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por un periodo de 15 años, quien aseguró que apoyará las mejores causas de México con autonomía, independencia e integridad para combatir la desigualdad y la corrupción.
Ante lo sucedido en la elección de la titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Mesa Directiva aclaró que se habían entregado 122 sobres y seis quedaban a resguardo a la vista de todos; así, el pleno avaló con 94 votos a Ríos Farjat, con lo que reunió la mayoría calificada para ocupar el cargo. En tanto, 25 votos fueron para Ana Laura Magaloni y uno para Diana Álvarez.
De 128 senadores, votaron 122, los ausentes en la elección de la nueva ministra fueron Ismael García Cabeza de Vaca, Raúl Paz Alonso, Raúl Bolaños Cacho Cué, María Antonia Cárdenas Mariscal, Gloria Elizabeth Núñez Sánchez e Indira Kempis Martínez.
Durante el conteo de votos, se depositaron en la urna dos sobres vacios, un barco de papel y un avión. Al pasar a la urna transparente, los panistas mostraron públicamente su voto, a pesar de ser votación secreta en cédula, luego de que la oposición rechazó el protocolo que había propuesto el coordinador morenista Ricardo Monreal para transparentar la elección.
La votación Tras un receso solicitado por Morena para decidir a quién apoyaría, el pleno regresó en medio del desorden. Tras la votación de la titular de la CNDH, donde la oposición puso en duda la legalidad del procedimiento, los panistas Damián Zepeda, Víctor Fuentes, Julem Rementería y la emecista Verónica Delgadillo insistieron en que era necesario aclarar a partir de cuántos senadores presentes se votaría la mayoría calificada.
La morenista Citlalli Hernández replicó que para eso hay un reglamento y el procedimiento de votación ya había iniciado. El barullo reinó hasta que el priista Jorge Carlos Ramírez Marín metió orden. Dijo que en sus andanzas por la Ciudad de México aprendió un refrán que dice que “el que con leche se quema, hasta el jocoque le sopla.
La duda es entendible, pero lo que vamos a elegir es un ministro de la Suprema Corte y tenemos que ajustarnos estrictamente al reglamento, a pesar de nuestros deseos de mayor transparencia; lo que tenemos que hacer hoy, es votar y eso sí no es algo que afecte ningún reglamento”.
La presidenta Mónica Fernández instruyó al secretario de Morena, Primo Dothé, dar a conocer cuántos sobres se entregaron en total. Se dio cuenta de 118, pero después se incorporaron Josefina Vázquez Mota, Juan Zepeda, Miguel Ángel Osorio y otro legislador, lo que dio un total de 122 presentes de los 128 que integran la legislatura. “Informo a la Presidencia que fueron entregadas 122 cédulas de votación.
No fueron entregados seis sobres, que quedarán bajo resguardo de esta Mesa Directiva”, detalló el morenista Primo Dothé. Molesta, la presidenta ordenó retirar a los asesores de pasillos.
El emecista Juan Zepeda pidió leer los nombres de los senadores a los que no se entregaron: Ismael García, Raúl Paz, Raúl Bolaños, Antonia Cárdenas, Gloria Núñez e Indira Kempis. Tras lo cual, el perredista Miguel Ángel Mancera pidió dejar inscrito en el Diario de Debates el nombre de los secretarios que contaron los votos. Esta vez Gustavo Madero no se acercó a la mesa, como sucedió con la elección de la CNDH.
Desde su escaño se dirigió a Mónica Fernández y agradeció el mecanismo de transparencia “y agradecer que hay una Presidencia que atiende nuestras propuestas”.
La votación fue realizada por secretarios en funciones y vigilada por los secretarios suplentes. La panista Guadalupe Saldaña revisó uno a uno los votos emitidos por cada modalidad: a favor, en contra y en abstención.
Los contó, una, dos, tres veces apoyada por la emecista Verónica Delgadillo. Al final, Mónica Fernández regañó a los bromistas. “Senadores, les recuerdo que no se pueden meter a la urna sobres vacíos”. /MILENIO-PUNTOporPUNTO