A ritmo galopante, sin tregua desde el inicio de su administración, Andrés Manuel López Obrador cumplirá mañana la simbólica cifra de 100 días en la Presidencia con la lucha contra la corrupción y la instauración de la austeridad como signos de gobierno.
Es también el periodo que se dio para detonar sus programas prioritarios y recuperar un papel más activo del Estado en la asistencia social y en la economía, bajo el objetivo de poner fin a la larga noche neoliberal y desmontar sus efectos.
En ese ímpetu por romper con el pasado ha decretado un masivo despido de trabajadores del Estado, la reformulación de los apoyos sociales acotando el papel de las organizaciones de la sociedad civil, creación neoliberal bajo la óptica de López Obrador. Distanciado históricamente del sector empresarial en su trayectoria opositora, como Presidente ha sido el ámbito donde ha tejido las principales alianzas, pese a las críticas que algunas organizaciones patronales lanzaron tras la decisión sobre el aeropuerto./ LA JORNADA