El INE reactivó los cobros de multas a los partidos políticos, mismos que se habían suspendido para no afectar las campañas, por lo que con agosto inició el descalabro financiero para PRI y PRD. Ambos recibieron este mes sólo la mitad de sus prerrogativas y debido a la cuantía de multas pendientes, 631 millones de pesos entre los dos, la sequía se prolongará durante meses y podría comprometer su ejercicio de 2019. Al inicio del proceso electoral, el INE suspendió los pagos de las multas más onerosas para que los partidos contendieran en equidad, pero se acordó reiniciarlos concluida la elección. Además, cerrada la fiscalización, quedaron claras las prerrogativas no ejercidas, por lo que, por orden del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), todo financiamiento de campaña no erogado es retenido y devuelto a la Tesorería de la Federación (Tesofe), lo que comenzó a aplicar en julio./EL UNIVERSAL