Para pagar la comida de los senadores y sus empleados, los ciudadanos tuvieron que desembolsar más de 132 millones de pesos durante los últimos 6 años. Los reportes de gastos de la Cámara alta revelan que, entre 2013 y el primer semestre de este año, se erogaron cantidades millonarias para que los legisladores pudieran comer en el pleno de sesiones, en los órganos de gobierno, en sus reuniones de grupo y hasta en comisiones. El costo de ese privilegio se ha ido incrementando con el tiempo, ya que al iniciar la pasada legislatura arrancó con gastó de 14.4 millones y terminó en 33 millones de pesos en 2018. /PUBLIMETRO