Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, afirma haber dado la vuelta a la página de la elección del 1º de julio, cuando, en esta entidad la aplanadora de Morena se hizo de 17 de los 18 distritos electorales. Pese a tales resultados, y gracias a una reforma de última hora realizada por la legislatura anterior, el PRI, partido del mandatario, tiene la presidencia del Congreso con sólo cinco diputados. La fórmula es sencilla: se estableció que una junta de un diputado por cada partido representado en el Congreso decidiría la presidencia. De ese modo, el tricolor, con una cuota de diputados que se cuentan con los dedos de una mano y el apoyo de otros cuatro partidos minoritarios, preside el Legislativo local, pese a que la resistencia morenista no ha cesado. Entrampado en un conflicto que asegura no es suyo, sino del Congreso, Fayad ofrece a Andrés Manuel López Obrador, su larguísima experiencia como servidor público y un abierto respaldo que, sin embargo, no extiende a los obradoristas. O, para ser más exacto, no a todos los obradoristas./ LA JORNADA