El gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido Abreu, reconoce que hoy, luego de la elección del 1 de julio, los liderazgos del PRD tienen la obligación de reconstruir al partido.
- En entrevista con EL UNIVERSAL, dice que el presidencialismo toma más fuerza con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador y que ahora se verá el papel que juegue la Suprema Corte de Justicia de la Nación como contrapeso.
- De la coalición Por México al Frente dice que fue una idea que él impulsó, pero quedó en manos de la cúpula y no se construyó con la gente, lo que la llevó al fracaso; dice que el candidato Ricardo Anaya no fue el mejor y no tuvo vinculación con la sociedad.
Se dice listo para la sucesión en la responsabilidad que tomó el 1 de octubre de 2012, cuando la entidad estaba bajo el azote de la delincuencia y grandes capos, incluso, eran residentes locales. Destaca sus logros: becas, apoyo a empresas, infraestructura. Espera que el gobernador electo Cuauhtémoc Blanco tenga “madurez política” luego de las diferencias que tuvieron.
¿Qué estado recibió y qué estado entrega?
—Recibí el estado en una crisis de secuestro; la delincuencia patrocinaba campañas, cobraba y pedía poner a la gente de su confianza al frente de la policía. Tomé la decisión de poner un mando único y asumí un costo político. Tenemos una de las mejores policías del país.
¿Morelos era localidad de capos?
—Nos confrontamos con la delincuencia y sectores que se habían acostumbrado a la convivencia con estos personajes; fue un periodo difícil de tres años, que pensaba iban a ser dos años. Bajamos los indicadores de secuestro. Tenemos 400 sentenciados. Avanzamos en el sistema penal acusatorio.
Con esos logros, ¿los resultados políticos son que pierde el partido que lo postuló? ¿Es un referéndum al gobernante?
—El resultado [electoral] es nacional, inédito. Tiene que ver con un fenómeno político de cambio sin antecedente en la vida democrática de la alternancia de 2000 para acá. Más que un referéndum, fue una decisión de cambio de la gente.
¿El antagonismo con Cuauhtémoc Blanco en qué situación queda?
—Espero que haya madurez política suficiente. Claro que la experiencia política la tengo yo y otros actores. El gobernador electo Cuauhtémoc Blanco está empezando en la política. Dice que no le gustan los políticos. Ya pasó la campaña y el tiempo de confrontación, es la hora de reconciliarse, ponerse de acuerdo en beneficio de los morelenses.
Yo goberné con un presidente de otro partido y supe construir y lograr metas; ahora que viene la coincidencia con el presidente López Obrador es una oportunidad para que él pueda superar lo que logramos nosotros.
¿Cuál es su perspectiva de este cambio?
—Vamos a observar cuál es la consecuencia de este cambio y transitar en un país donde el presidencialismo toma fuerza. La gente decidió que fuera esa fortaleza presidencial la que se manifestara, y a eso hay que atenernos democráticamente.
¿Se puede plantear un cambio en la gama de regímenes políticos?
—Planteo que es importante ir construyendo gobiernos de coalición, crear un régimen semiparlamentario, que nos sirva más a los contrapesos y equilibrios, con las propuestas de distribución de las dependencias federales, y nombrar comisionados directos para tener un control de los programas sociales. El debate está en el tipo de federalismo y de equilibrio.
¿Presidente y partido en el poder van juntos?
—El Congreso de la Unión y muchos congresos están bajo la mayoría del partido del Presidente. Es la prueba democrática de los contrapesos o volvemos al viejo concepto del “carro completo”, o, a pesar de las mayorías que se tengan, saber construir con equilibrios y con más espacios democráticos.
La sociedad va a madurar mucho más después de esta experiencia política que tuvo y va a tener mayor fortaleza democrática el país, no tengo duda. Enhorabuena que la gente decida y se respete el sufragio./EL UNIVERSAL
Entrevista Completa en el Enlace:
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/la-corte-prueba-en-gobierno-de-amlo