A José Antonio Meade le piden fotos, a Víctor Flores le piden trabajo. El líder vitalicio del sindicato ferrocarrilero llega a un encuentro con la estructura electoral del PRI veracruzano como si él fuera el candidato.
Una decena de escoltas forma una cadena con sus brazos entrelazados alrededor del dirigente oriundo del puerto jarocho y le abre paso a empujones entre priistas que se desviven por saludar a su paisano en el salón del hotel Galerías Plaza.
«Oiga, necesito chamba para mi hijo, si se puede», le ruega un hombre mayor que logra acercarse a él, pero Flores, con sus gafas negras Versace, no le hace caso. No había tenido el gusto nunca de saludarlo, ¡mire nada más!», lo halaga Rosa Aurora Cazarín, una lideresa seccional del PRI que horas antes había recibido a Meade al arribar al aeropuerto.
En el evento de campaña en una entidad emblemática de la corrupción del PRI, Flores ocupó una mesa colocada a unos metros del podio, justo frente al lugar reservado para el candidato presidencial.
En medio del bullicio causado por la llegada de Meade, y mientras el animador gritaba la arenga de «¡Pepe Presidente, Pepe Presidente, Pepe Presidente», Flores puso a comer fruta con el tenedor y se limpiaba el espeso bigote con delicadeza.
Uno de sus guaruras no quería que captaran comiendo al líder que conduce el sindicato desde hace 25 años. «¿No te puedes esperar a que termine?», increpa y empuja. Hilario Lagunes Flores, sobrino del cacique sindical y líder de la sección 28, observa la escena de lejos y calma al hombrón con un gesto.
Flores interrumpe su desayuno para contestar llamadas de un celular que le alcanza uno de sus hombres; en una silla colocada a su lado se sientan hombres y mujeres que le hablan al oído. Él escucha, asiente, dicta un número telefónico y vuelve a comer.
Besamanos
- El candidato del PRI a la gubernatura, José Yunes, llega hasta su lugar, se dan un abrazo, se toman fotos, Flores alza el pulgar derecho en señal de triunfo.
- También lo saludan el senador Héctor Yunes, quien compitió por el gobierno estatal y perdió ante el panista Miguel Ángel Yunes, el dirigente estatal del tricolor, Américo Zúñiga, y el líder municipal priista en el puerto, Jorge Víctor Flores, quien también es su sobrino.
- Cuando Meade sube el podio, el líder ferrocarrilero se quita las gafas, como para que lo viera bien, y los organizadores le abren un espacio en la mesa donde sentaron al abanderado presidencial, a líderes partidistas y a los candidatos del PRI y el PVEM al Congreso federal y local.
«¡Víctor, Víctor, Víctor!», se escucha cuando sube y saluda a Meade de mano. El ex diputado y senador priista mira cómo Meade se baja y se acerca a la mesas donde están los integrantes de la estructura priista./ CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR