Situado como oposición minoritaria y una vez más fuera de la Presidencia, en el 90 aniversario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), vestida de negro, Claudia Ruiz Massieu planteó una renovación no desde el dolor ni el enojo y realizar un proceso interno ordenado, sin división ni encono para la elección de la próxima dirigencia.
- La estrategia que presentó anoche, ante la mitad de los consejeros políticos del tricolor, se basa en volver a la ciudadanía y a la militancia de las que, dijo, la cúpula se alejó. Reconoció la deuda: si bien impulsamos la democracia hacia afuera, no lo hicimos al interior, lo que nos hizo alejarnos de la ciudadanía y nuestra propia militancia.
- Nuevamente sin el eje articulador que para el PRI representó el presidente de la República, Ruiz Massieu propuso una relaboración ideológica, entrar a una nueva etapa de pensamiento revolucionario, recrear el presidencialismo democrático e incluso a superar la falsa prevalencia de un tipo de militante sobre otro.
- Más allá del discurso, la celebración se redujo a Las Mañanitas que improvisaron para el otrora partidazo, los militantes de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares. Las miradas, saludos y solicitudes de selfies se concentraron en los aspirantes a presidente del partido para el periodo 2019-2023.
- El nuevo rostro que se pretendió dar ayer al PRI comenzó con otorgar a la Banda Sinfónica del estado de México el espacio que antes ocupaban, en el lado derecho del escenario del auditorio Plutarco Elías Calles, los consejeros de más alto rango.
- Desterradas las matracas, la batucada y el confeti, la orquesta interpretó la versión de Ray Conniff de Bésame mucho y, previo al discurso de Ruiz Massieu, Huapango de Moncayo, infaltable en los actos públicos en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
- Por los gobernadores asistieron Alejandro Murat, de Oaxaca; Alfredo del Mazo Maza, estado de México; Marco Mena, Tlaxcala; Héctor Astudillo, Guerrero; Alejandro Tello, Zacatecas, y de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras. Alejandro Moreno Cárdenas, de Campeche, uno de los aspirantes a la dirigencia, no acudió.
La mayoría de ex dirigentes del tricolor presenció el austero festejo. Había expectación por la probable asistencia de Enrique Peña Nieto, recién incluido como consejero político, pero Ruiz Massieu contó que está fuera del país.
El partido recreó su historia en un video, desde la época posrevolucionaria a la etapa de las instituciones, los mejores momentos del presidencialismo y el cierre con una frase que busca compensar su nueva condición opositora: Lo mejor del PRI sigue aquí.
Reiteró que la renovación de la dirigencia se hará con democracia y participación libre y directa de las bases; confío en la madurez política de los priístas para llevar a cabo un proceso ordenado, sin descalificaciones. Sé que la madurez de todos los militantes sabrá evadir los riesgos de la división y el encono, expresó.
- La dirigente priísta enderezó sus críticas al contexto político actual. Sin dar nombres habló de un ambiente polarizado entre quienes plantean desmantelar las instituciones y obviar las instancias de representación y aquellos que tienen una visión conservadora de la realidad, apegada a sus principios religio-sos. El PRI es alternativa de equilibrio y gobernabilidad.
- Afirmó que con el PRI se dejó atrás el caudillismo que usa al Estado para apuntalar un proyecto personal, e incluso resaltó que el tricolor todavía representa la solución política que construye ante la tensión social que amenaza con dividir.
- En un discurso de 15 minutos, también expuso que como gobierno construyó acuerdos políti-cos desde la fuerza de las razones, no avasalló desde la fuerza de los números; reivindicó, no descalificó, el trabajo de los servido-res públicos.
El PRI anunció el proyecto de una biblioteca y, a finales de julio, elegirá a su nuevo dirigente. Ya de salida del auditorio, en medio de solici-tudes de fotos, José Narro, otro de los aspirantes, expresó: hay historia, pero hay porvenir. El PRI está muy, muy vivo./LA JORNADA-PUNTOporPUNTO