La reunión del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, y su excontrincante José Antonio Meade generó consenso entre la dirigencia y disidentes del PRI, pues coincidieron que ni el encuentro ni su excandidato tienen relación con el partido. Sin embargo, la disidencia agregó que dicha reunión es la prueba de que el Revolucionario Institucional cometió un “grave error” en lanzar como su presidenciable al exsecretario de Hacienda. “Al final de cuentas queda demostrado que el PRI cometió un terrible error al postular a alguien que no era del PRI, un terrible error, queda más claro hoy que nunca”, expresó a este diario César Augusto Santiago, exsecretario general del tricolor./EXCÉLSIOR