La última semana ha sido de definiciones al interior del Partido Acción Nacional (PAN), que está en la antesala de la renovación de su dirigencia: Marko Cortés Mendoza y Héctor Larios Córdova han acordado ir juntos en una planilla como presidente y secretario general, respectivamente.
- A Damián Zepeda y a Ricardo Anaya Cortés, ex presidente nacional del blanquiazul y ex candidato a la Presidencia de la República, los culpan de haberse saltado las reglas del partido, dividir a los liderazgos y hacer “lo que quisieron con el PAN”.
- Pero Zepeda tienen un plan: de ganar Marko Cortés, impulsado por Ricardo Anaya y también por Zepeda en su carrera política, le quitarán la coordinación de la bancada y se la darán, posiblemente, a Rafael Moreno Valle, ex Gobernador de Puebla.
Desde su oficina en el Senado de la República, Damián Zepeda acepta sus culpas y responsabilidades: en la derrota y en la victoria
- “Porque fuimos dirigencia por tres años. Igual de responsable en la derrota que en la victoria. En 2016 ganamos todo, muchísimos, histórico, nunca habíamos ganado tanto y éramos dirigencia. En 2017 ganamos más de lo que esas mismas elecciones seis años atrás.
- En 2018 no resultó; de las tres cosas tenemos responsabilidad, unas a favor y otras en contra y la asumimos como tal”, dice mientras bebe una taza de café y se quita y pone la argolla de matrimonio del dedo anular.
Zepeda Vidales habla del nuevo rol que debe jugar el PAN como oposición ante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en las cámaras y ante el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de la República electo.
El blanquiazul, dice, está llamado por el electorado mexicano a ser una oposición fuerte y coherente. “Que luche [el PAN], son contrapesos naturales de un sistema político. Los gobiernos tienden a ser autoritarios cuando no existen contrapesos, y hoy por hoy el único partido que puede hacerlo y que tienen la principal responsabilidad es el PAN, y a eso estamos llamados”, dice.
Pero para eso, afirma, el PAN debe evitar caer en la tentación de plegarse al próximo Gobierno federal y también lanza algunas culpas por los resultados del 1 de julio a sus detractores internos.
- “Todo este fenómeno llamado PRIAN, que claro que existe; sí hay un sector del panismo que se prestó, por un lado, en una alianza legítima que fue el Pacto por México, pensando que era lo correcto, pero que tuvo mucho desgaste y, por otro lado, otra alianza ilegítima, con acuerdos por debajo de la mesa. El extremo fue aquí en el Senado, además algunos otros actores estatales que definitivamente pactaron con el PRI [Partido Revolucionario Institucional] y eso se nota; la gente decía: ‘son lo mismo’”, argumenta.
Consciente de que es posible que le retiren la coordinación de la bancada del PAN en el Senado de la República y del pacto que Marko Cortés hizo con Héctor Larios para ir juntos, Damián Zepeda sonríe cuando habla de la futura dirigencia y enlista las características deseables del nuevo presidente nacional.
- “Creo que la dirigencia debe tener varias características, entre otras, carácter. No sirve un dirigente que no tiene carácter, me refiero en la toma de decisiones. Se necesita tener palabra, porque un dirigente para poder acordar al final del día hace mediaciones en la mesa, debes de tener palabra y la gente saber que cumples. Si no, ¡imagínate nada más!”, dice./ CON INFORMACIÓN DE SIN EMBARGO- PUNTOporPUNTO