En febrero pasado se denunció al ahora candidato presidencial de comprar un lote –a través de su empresa Juniserra– en 10 millones de pesos y luego venderlo como nave industrial en 54 millones de pesos a una empresa fantasma. El empresario Manuel Barreiro sería el encargado de hacer la operación con prestanombres.
- A lo largo de la conversación Juan detalla cómo hace varios años Ricardo Anaya se acercó a ellos, al ser una de las familias acomodadas del estado; asegura que se le “metió muchísimo dinero ahorita para que gane”. Los recursos habrían llegado a través de operaciones con bodegas y terrenos, abriendo parques industriales, sobre todo porque el propio Anaya les informaba con oportunidad de la eventual venta de las propiedades: como funcionario estatal tenía datos “de primera mano”. Se habla de ganancias hasta por 80 millones de pesos.
- En otra parte de la conversación que se inserta, Juan explica que su hermano mayor es dueño del penthouse de Corporativo Blanco, “el edificio más popular de Querétaro para hacer inversiones… Mi hermano es dueño de 13 parques industriales… se trae el fondo de otros lados y desarrolla aquí en Querétaro”.
- Tanto Juan como la empresaria argentina cuentan que el procedimiento del lavado es crear una cadena de empresas por donde se van pasando los recursos hasta que se vuelven “lícitos”; advierte Juan que tienen mucho cuidado de no manejar grandes cantidades de dinero para que no se establezcan nuevos nexos entre su familia y el propio Anaya, porque recuerda que se hizo una amplia investigación hasta llegar a su hermano Manuel. Eso sí, asegura, que siempre hay maneras de manejar y hacer llegar los montos que se necesitan./CON INFORMACIÓN DE POLITICO MX