La coalición entre Morena y sus aliados, la cual le permitió llegar al poder a Andrés Manuel López Obrador, así como aprobar la mayor parte de las reformas e iniciativas enviadas al Congreso de la Unión durante su primer año de gobierno está en riesgo, ya que el PT y algunos militantes guindas afirman que no son escuchados ni tomados en cuenta
- La alianza que llevó al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) al poder y que a un año de gobierno le ha permitido aprobar muchas de las iniciativas y reformas tanto de sus legisladores como del Ejecutivo federal, pende de un hilo.
- La coalición que hace 12 meses se veía como una fuerza imparable en el Congreso de la Unión: Morena, Partido Verde Ecologista de México, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social cerró el 2019 entre desacuerdos y peleas.
- Prueba de ello son las acusaciones que lanzó el viernes pasado el diputado del Partido del Trabajo, Reginaldo Sandoval, quien aseguró que no se les ha tratado bien desde el Gobierno federal.
- A pesar de que somos aliados de la Cuarta Transformación y nos la jugamos con él desde el 2000 a nosotros no nos ven ni nos oyen. Cuando hemos ido a Palacio Nacional solo él (López Obrador) habla y no nos da chance a los demás de que expresemos inquietudes, hagamos preguntas, felicitaciones o halagos; no es circular, no hay retroalimentación, – Reginaldo Sandoval, Diputado del PT
El diputado Sandoval lamentó el “mal trato” que se les da a los del Partido del Trabajo e indicó que incluso algunas dependencias gubernamentales les han negado las audiencias que han solicitado.
“En lugar de agradecer y tratar bien, pues no. La Secretaría de Economía nunca nos ha dado una audiencia, en Hacienda batallamos para que nos dé audiencia, la Secretaría de Educación Pública batallamos para que nos atienda, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes tampoco nos da audiencia; bueno, pues de qué se trata”.
A estos reclamos por parte del coordinador de los diputados del PT en San Lázaro, se suman las diferencias que se suscitaron el jueves de la semana pasada en la Cámara baja, cuando únicamente el partido guinda y el Partido Encuentro Social votaron a favor de la propuesta de reforma a la Constitución para disminuir en un 50 por ciento el financiamiento a los institutos políticos, aplazando la discusión hasta el próximo año.
El dictamen que se presentó surgió de nueve iniciativas que originalmente fueron presentadas por las bancadas de Morena, PT, PES y PRD, sin embargo, a la hora de buscar la mayoría calificada —tres cuartas partes de los votos de los legisladores en un mismo sentido— el PAN, MC y PRD votaron en contra de la misma, al igual que el PVEM y el PT que habían caminado de la mano con el partido en el poder hasta el momento.
- Lo que se pretendía lograr el jueves pasado era reducir el multiplicador para determinar el financiamiento público para actividades ordinarias, es decir, que pasaría del 65 por ciento del valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) al 32.5 por ciento, lo que disminuiría los recursos que se les otorgan a los partidos a la mitad.
- Sin embargo, ante el argumento de los institutos políticos de Oposición e incluso de algunos de los aliados de Morena (PT y PVEM) de que la propuesta generaba inequidad, debilitamiento y concentración de poder, el objetivo tanto de Andrés Manuel López Orador como de su instituto político no se cumplió.
La falta de apoyo por parte del PT y del PVEM para aprobar la reducción del financiamiento a los partidos políticos en un 50 por ciento marcó la ruptura entre Morena y sus aliados más cercanos
RUPTURA INTERNA EN MORENA
La lealtad con la que contaba Morena en el terreno político por parte de otros partidos no solo se ha tornado dudosa a un año de haber llegado al poder, al interior del instituto político las diferencias entre la militancia también han comenzado a exacerbarse.
Algunas situaciones que han puesto esta realidad en evidencia fueron el nombramiento de la nueva titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el intento de renovación de la dirigencia del partido. Así como la renuncia de algunos militantes a sus cargos.
En relación al proceso de la designación de Rosario Piedra, hoy titular de la CNDH, el cual se caracterizó por la incertidumbre y las irregularidades, el coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, confesó que nunca antes le había costado tanto tratar de llegar a un acuerdo con los integrantes de su partido.
“Hay una discusión fuerte en el interior del grupo por los perfiles, y diría que una decena, cuando menos, está en el escenario de la discusión de Morena.
- “Esta es una de las ocasiones, lo digo con toda entereza, que más he batallado en construir la mayoría calificada, incluyendo al grupo. Hoy en el grupo hay distintas voces, que van desde apoyar a Orozco, a Chamberlain, a Piedra, Peimbert; tenemos mucha dispersión en el grupo y si la tengo adentro, imagínense afuera”.
- En cuanto al proceso para cambiar la presidencia del partido, la cual actualmente ocupa Yeidckol Polevnski pero que Mario Delgado busca obtener, la dirigente nacional guinda explicó que el proceso se dará hasta finales del próximo año, cuando se hayan concretado las observaciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), es decir, la reafiliación y la credencialización de la militancia.
- Respecto a las elecciones del 2021, la morenista dijo a medios nacionales que su Comité Ejecutivo Nacional es quien realizará el proceso de selección de candidatos.
- A un año de haber llegado al poder las divisiones al interior de Morena se han vuelto cada vez más marcadas, al punto que han sido incapaces de renovar su dirigencia nacional
- “Efectivamente a mediados del próximo año empezará tanto gubernaturas como diputados, si nos toca, porque además el estatuto establece que tiene que ser el Comité Ejecutivo Nacional saliente el que tiene que hacer todos los procesos para recibir al entrante y tiene lógica, ni modo que viniera a hacer un interino el trabajo, además no está establecido en el estatuto”.
Ante la división que este proceso ha provocado al interior del partido, cerca de 140 diputados federales de Morena, incluido Mario Delgado, firmaron una misiva la cual enviaron al presidente solicitando reitere su llamado a cuidar los ideales del partido, pues de no darse el proceso de renovación, se podría generar una inhabilitación jurídica y política del instituto, señalaron los legisladores.
Sin embargo, Andrés Manuel López Obrador dejó en claro que en el caso de Morena y su elección de dirigencia, él no intervendrá en los asuntos internos del partido y pidió que nadie de su gobierno lo haga, ya que ahora es un delito./REPORTE INDIGO-PUNTOporPUNTO