En la actualidad muchas mujeres recurren a la cirugía plástica para sentirse mejor con su aspecto físico, siendo la liposucción, abdominoplastía o mamoplastía los procedimientos más frecuentes; pero cuando lo hacen por motivos de salud, como es el caso de aquellas mujeres que han sido sometidas a una mastectomía, como parte de un tratamiento oncológico o para prevenir la aparición de un tumor (en especial aquellas que tienen antecedentes hereditarios), la medicina estética y reconstructiva cobra un papel preponderante, porque no sólo se trata de mejorar el aspecto estético de la paciente, sino de revolverle la seguridad y la autoestima.
Es por ello que en alusión a la concientización sobre la importancia de prevenir el cáncer de mama –que se desarrolla durante el mes de octubre- los cirujanos plásticos reconstructivos certificados pusieron su “granito de arena” explicando las bondades de las nuevas tecnologías que se utilizan en la reconstrucción de mamas, como los implantes mamarios, los cuales son seguros en más de un 90 por ciento, duraderos y de fácil inserción, permitiendo que la paciente tenga una vida lo más normal posible. También dieron a conocer que a lo largo del año la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica y Reconstructiva (AMCPR), la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética, hospitales privados y algunas empresas dedicadas a la fabricación de implantes llevan a cabo campañas para realizar este tipo de campañas gratuitas. Campañas que contrario a lo que pudiera pensarse, no siempre tienen candidatas para ser intervenidas; ya sea porque prefieren usar prendas especiales (brassiere con senos postizos desmontables), porque habiendo pasado por una mastectomía ya no quieren volver al quirófano, porque desconocen qué tipo de opciones tienen para sustituir su (s) senos, al igual que la existencia de este tipo de operaciones que no les representarán ningún desembolso.
Aclararon que hoy en día el realizarse una cirugía con implantes mamarios no pone en absoluto el riesgo la vida, sin embargo es imprescindible que el procedimiento sea practicado por un cirujano certificado –avalado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva (CMCPER) luego de que aun cuando la paciente sólo requiera de un implante, muchas veces se tienen que intervenir ambos senos; uno para reconstruirlo (donde perdió el seno por el tumor) y en el otro para hacerle algún arreglo estético, con el propósito de que al final ambas mamas luzcan lo más natural posible en cuanto a volumen, tamaño y consistencia.
En México entre 2 mil 500 a 3 mil pacientes requieren de una reconstrucción mamaria, empero sólo 1 de cada 10 mujeres mastectomizadas puede reconstruirse, por los motivos antes expuestos, con la consecuente sensación de sentirse estigmatizadas, rechazadas por su pareja (si la tienen) y hasta por su propia familia; quien no terminan de entender que si bien es cierto el cáncer es una enfermedad que se puede prevenir –en la mayoría de los tipos- porque tiene que ver con el estilo de vida, también lo es que es una enfermedad que no respeta sexo, posición social, raza e incluso hasta edad (ya que hoy en día ya se han registrado casos de mujeres entre 20 a 25 años de edad con cáncer de mama), por lo que todos estamos expuestos a desarrollar tumores malignos. Por lo mismo, lo mínimo que merece el enfermo es el respeto y consideración de la sociedad.
La cirugía plástica no nada más ayuda a la mujer a verse mejor, sino que en el caso de las pacientes que necesitan reconstrucción, las ayudan a recuperar su valor y seguridad interna; por lo que cualquier mujer que ha sido sometida a una mastectomía tiene el derecho a ser candidata a una reconstrucción mamaria, enfatizó Bertha Torres, de la Sociedad internacional de Cirugía Plástica Estética. Si bien las mujeres reconstruidas pierden la capacidad de amamantar, pero recuperan la seguridad, la sexualidad; pero lo más importante es que vuelven a reintegrarse a la familia y a la sociedad.
Los implantes mamarios tiene un porcentaje de seguridad de más de 90 por ciento, duraderos (se tienen que cambiar casa diez años), son de fácil inserción y no inciden en la reincidencia que pudiera tener la paciente; quien podrá llevar el control de su enfermedad a través de medidores sanguíneos, por los que los implantes no interfieren con la redetección del cáncer en caso de presentarse.
Lo ideal sería que todas las mujeres que lo requieran puedan ser reconstruidas aprovechando las diferentes campañas anuales que se hacen en el Hospital General de México (HGM), en León (Guanajuato), Monterrey (Nuevo León) y Quintana Roo, entre otras; lo cierto es que “en nuestro país el índice de reconstrucción es de 20 a 30 por ciento, de ahí que se requiere hacer llegar información de las campañas al 70 por ciento restante. Hacerles saber que si no quieren que se les coloque un implante, existe la opción de reconstruirles el seno (s) inyectándoles grasa y tejido extraído de su abdomen o espalda”, informó Lázaro Cárdenas Camarena, presidente de la AMCPER.
Argumentó que a pesar de que el cáncer de mama se mantiene como la primera causa de muerte entre las mujeres de todo el mundo, con 25 casos por cada 100 mil habitantes, de acuerdo al último informe de la OMS (Organización Mundial de la Salud) del 2015, en general las muertes han disminuido gracias a la detección oportuna. Si se detecta a tiempo, en fase I o II el cáncer de mama la probabilidad de curación es de arriba del 90 por ciento”.
Contrario a lo que se pudiera pensar, en el sentido de que el cirujano plástico sólo interviene al momento de reconstruir la mama (s), no es así, ya que cuando a la mujer se le detecta la enfermedad en estadios tempranos (fase I o II), se procede a retirarle el tumor y de paso se le hace el trabajo estético.
Ante este panorama los especialistas invitaron a pacientes y médicos a apoyarse en las nuevas tecnologías en materia de implantes, como las Nano superficies que evitan riesgos o los implantes con Chip, los cuales permiten la trazabilidad y conocer información del tumor desde el exterior. Como parte de las nuevas tecnologías ya se encuentra en el mercado “La Divina”, una maquina en 3D, un aparato que toma imágenes de las pacientes para configurar una imagen muy exacta de cómo va a quedar al finalizar la intervención. Esta tecnología funciona tanto en pacientes que sólo quieren aumentar el busto, como en pacientes que requieren de una cirugía reconstructiva, como es el caso de las mujeres que ya pasaron por una mastectomía, a consecuencia de un cáncer de mama.
Esto representa un gran adelanto porque permite tanto al cirujano como el paciente, previsualizar los resultados antes de comenzar, así como introducir modificaciones si fueran necesarias. Es un gran avance en cirugía estética a la hora de hacer coincidir lo que el paciente quiere y lo que el cirujano le puede dar. Gracias a estas nuevas tecnologías de realidad virtual, se acaba con la incertidumbre y los miedos que supone pasar por el quirófano.
Por último, no está demás decir que sólo aquellas pacientes que llevan entre uno o tres años libres de cáncer pueden ser sometidas a una reconstrucción mamaria. Aunque también hay quienes no quieran operarse para recuperar la estética de sus senos, y también se debe respetar.