Ante la tenencia que señala en algún momento de nuestra vida, uno de cada tres personas desarrollará cáncer (de acuerdo la Organización Mundial de la Salud) se indispensable redoblar esfuerzos y acciones en materia de salud y educación, teniendo como objetivo primordial la prevención.
En la medida de que la Secretaría de Educación Pública –como cabeza de sector- integre en sus planes y programas de estudio, en el nivel básico, materias como el cuidado a la salud; el conocimiento del cuerpo para saber cómo funciona cada uno de los sistemas y órganos vitales; así como la diferencia entre alimentación y nutrición, entre sobrepeso y obesidad. Este último detectado como factor de riesgo en la mayoría de las neoplasias, en esa medida podremos avanzar efectivamente en la lucha contra el cáncer.
Al saber cómo funciona su cuerpo, el pequeño podrá informar a sus papás o tutores cuando sienta o detecte algo anormal, como moretones, dolor o aparición de manchas sin motivo alguno, lo cual permitirá detectar algún problema mayor si es que lo hay, y en consecuencia llevarlo a revisión y con ello poder determinar si se trata de algo grave o no.
Otro paso importante es el hecho de que en algunos centros laborales ya se empezó a difundir información precisa –en qué consiste la enfermedad, los factores de riesgo, pero sobre todo cómo prevenirlo- sobre las neoplasias más frecuentes entre la población: pulmón, próstata, mama y cervicouterino; sí como leucemia y sarcomas, en el caso de niños y adolescentes.
En ambos casos (escuelas y empresas) los talleres, boletines informativos y pláticas con especialistas que aborden el tema de cáncer juegan un papel fundamental como medida de prevención para enterar a la ciudadanía que no sólo la herencia predispone el desarrollo de alguna neoplasia, sino también el entorno donde uno se desarrolle, como por ejemplo, el hecho de inhalar el humo de la leña está relacionado con el cáncer de pulmón, así como también los hidrocarburos –sustancias compuestas por hidrógenos y carbono- tan comunes en la vida diaria y que los utilizamos como aceites, gasolina, algunos alcoholes, pintura, chapopote, solventes, etcétera.
En el medio rural, en especial en las zonas altamente marginadas o de difícil acceso las brigadas móviles –que ofrecen mastografías gratuitas para detectar cáncer de seno- y el voluntariado que acude a los hospitales a dar platicas informativas sobre lo que es el cáncer y como prevenirlo han sido de vital importancia en la carrera sobre este mal.
Proponen cambios a Ley General de Salud para prevenir cáncer
Ante la tenencia sobre el aumento en el número de casos de cáncer –de diferente índole- legisladores de ambas cámaras (Diputados y Senadores) trabajan de la mano con el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) y con asociaciones civiles que apoyan de una manera u otra a pacientes de cáncer y las familiares para aterrizar propuestas que conlleven a avanzar en la lucha contra este mal, como el establecimiento de Normas, reglamento y actualizaciones de guías prácticas para cada una de las neoplasias; así como para que se blinde el presupuesto destinado a Salud, sobre todo el destinado al tema de cáncer.
Como es el caso del diputado José Hugo Ángel Olvera, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, que propuso la modificación de la Ley General de Salud para especificar que, tratándose de cáncer: “los programas preventivos deberán incluir acciones conjuntas, coordinadas y focalizadas que incluyan la detección oportuna, la educación para el cuidado, como son las autoexploraciones, el cuidado de la alimentación y métodos sencillos para la detección”.
El legislador refrió que estadísticamente, las muertes en México atribuidas a neoplasias malignas son la tercera causa de muerte y de este conjunto, destaca el cáncer de próstata. En los hombres, del total de decesos por cáncer; los tumores malignos de la próstata constituyen la primera causa de muerte, aunque el 80 por ciento de los casos son prevenibles.
Anualmente se diagnostican en nuestro país, 5 mil casos de cáncer testicular, de los cuales el 80 por ciento se diagnóstica, en etapas avanzadas de la enfermedad. Lo cual es sumamente grave, si se considera que “el 95 por ciento de este tipo de cáncer puede ser curable si se detecta a tiempo”.
El problema estriba en establecer medidas preventivas adecuadas, tanto en el manejo de la información, como en la educación de los hombres de todas las edades. Hablamos de enfermedades prevenibles que pueden ser advertidas con la autoexploración y otros cuidados sencillos”, dijo el legislador desde la tribuna.
Una vez más, concluiremos está entrega insistiendo en la importancia de la prevención, y en que el cuidado a la salud es responsabilidad de uno mismo; porque uno mismo conoce su cuerpo y sabe cuándo algo anda mal. El chequeo de rutina, a manera de prevención nunca está de más, y en el caso de cáncer menos, si se considera que en su inicio la enfermedad es asintomática, y que cuando empiezan a aparecer signos o síntomas es porque el padecimiento ya se encuentra en etapa avanzada.