Nutrición, fundamental en el tratamiento de cáncer

Por lo general cuando nos enteramos de que alguien  conocido tiene o ha sido diagnosticado con cáncer, lo lógico es que su estado anímico esté por los suelos; de ahí que para hacerlos sentir mejor, en automático aplicamos el viejo y conocido refrán de que “las penas con pan son buenas (menos)”, y si además se trata de un postre, mejor. Con ello –suponemos- el paciente se sentirá mejor, pero ¿en realidad es la mejor opción compensarlo por su pena con este tipo de alimentos?

“Al paciente con cáncer hay que tratarlo de manera normal” afirmó la nutrióloga Ivette Hernández, luego de explicar que al enfermo hay que hacerle patente que estamos con él pero que la vida sigue; por lo que para empezar a atacar el problema junto con ellos, habrá que dejar a un lado la parte de la consideración, descartando –de entrada- el obsequiarles postres para que se sienta bien, así como el pretender que el enfermo se la pase comiendo todo el día y de todo, bajo el argumento de que “tienes que estar bien alimentado para soportar la enfermedad”, lo cual no quiere decir que éste bien nutrido, ¡ojo!.

Pero qué es lo que se debe comer o no cuando se cursa por una neoplasia (cáncer)?

De entrada la especialista aclaró que la alimentación de un paciente oncológico dependerá del tipo de cáncer que presente; pero que de entrada se tiene que checar que no éste desnutrido.

Explicó que en el cáncer la malnutrición proteica y calórica es común, debido a la propia enfermedad, pero también a su tratamiento (quimioterapia o radioterapia); por lo que mediante el seguimiento dietético se mejora la respuesta y disminuyen los efectos secundarios de los tratamientos médicos.

Hernández declaró a Hablemos de cáncer….sin miedo que entre los efectos secundarios está la disminución o aumento de peso. Disminución porque al enterarse el paciente del diagnóstico se deprime y deja de comer, y otra es por la ubicación del tumor,  es decir que si el enfermo tiene el daño en el cuello, esófago, estómago, colón, etcétera. Depende de la ubicación del tumor el paciente bajará o subirá de peso súbitamente.

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En el caso de los que llegan a subir –que son los menos-, “es porque emocionalmente la manera más sencilla de contrarrestar la noticia, es consintiéndose a través de la comida. Por lo general cuando sabemos que alguna persona  está enferma de cáncer le regalamos pastel o lo bombardeamos con platillos muy calóricos”.

Por ejemplo los pacientes con cáncer de mama, no tiene ningún problema con la alimentación, “porque el tracto intestinal no se ve afectado. Aquí la mujer tiende a comer mucho chocolate, mucho pastel, mucha garnacha  y se empieza a ver el aumento de peso”, añadió.

—————————————————————————————————————————                 Causas de malnutrición en Cáncer

  • Falta de apetito (anorexia)
  • Localización del tumor
  • Quimioterapia/ radioterapia
  • Cirugía reciente
  • Alteraciones metabólicas

Dentro de las alteraciones metabólicas del enfermo de cáncer está:

  • Incremento del gasto calórico,
  • Aumento de la glucolisis: la célula neoplásica utiliza la glucosa transformándola a lactato en el hígado,
  • Aumento en el turno ver proteico: aumenta la síntesis proteica del hígado y aumenta la degradación muscular
  • Aumento de la lipolisis: incrementa la oxidación de los ácidos grasos y disminuye la actividad de las LDL; reduciendo con ello la incorporación de los ácidos grasos a la reserva lipídica.

Hernández insistió en la necesidad de tratar al paciente con cáncer de manera normal, es decir, no hacer la diferencia de que porque está enfermo vamos a complacerlo o  apapacharlo a través de los alimentos. Al contrario, hay que  tratar de hacerle sentir al que estamos con él, pero que la vida sigue y habrá que buscar la manera de afrontar el problema sin compadecerlo y sin caer en un desbordamiento de atenciones;  porque en muchas ocasiones en lugar de tomarlo como algo positivo se empiezan a deprimir, y por ende emocionalmente se hunden más.

De ahí que  si se va a buscar una solución para empezar abordar este problema, la mejor manera es empezar a nutrir nuestro organismo. “Hay que hacerle ver que comemos para nutrirnos no para hacernos daños. Si ya hay un cáncer, ya hay un daño, ya hay una afección, vamos a empezar a atacar  ese daño con algo positivo; y lo positivo es consentir nuestro cuerpo con aquello que lo beneficie, puntualizó Ivette Hernández.

-O-

 

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