Al ser el cáncer una enfermedad multifactorial, y por lo mismo multidisciplinario su estudio; los protocolos de investigación y los congresos especializados representan una pieza fundamental en la lucha contra este padecimiento que año con año cobra miles de muertes en todo el mundo, en sus diferentes tipos.
Si bien es cierto mucho se ha avanzado en su estudio, sobre todo en las últimas décadas, gracias a que, por un lado, se cuenta con tecnología de punta que han permitido avanzar en el comportamiento de esta enfermedad; y por otro a la comunidad oncológica que incansablemente realiza investigaciones que coadyuven a lograr el cura de este mal.
Prueba de ello, son las investigaciones y ensayos nacionales e internacionales que desde hace años viene realizando Johathan Lederman, profesor de Oncología Médica de la University College London, enfocados al cáncer ginecológico y actualmente lleva a cabo ensayos con dos nuevos fármacos para el cáncer de ovario.
El cáncer de ovario es considerado el segundo lugar por causa de muerte dentro de los tumores ginecológicos. En México cada año se diagnostican cuatro mil casos de cáncer de ovario; considerado como el tercer cáncer más frecuente del aparato reproductor femenino y el segundo lugar por causa de muerte, desarrollándose sobre todo en mujeres entre 50 y 70 años de edad.
El cáncer de ovario es uno de los más agresivos, ya que es considerado como un “asesino silencioso”. De todos los tipos de neoplasias de la mujer, es el que con mayor facilidad conduce a la muerte, debido a que tres de cada cuatro mujeres con cáncer de ovárico sobreviven un año después del diagnóstico; si el diagnóstico se hace al comienzo de la enfermedad y el tratamiento se recibe antes de que este se disemine por fuera del ovario, la tasa de sobrevida a cinco años es alta.
Recientemente la agencia para el control de alimentos y medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó el primero de una nueva clase de medicamentos diseñados para inhabilitar la capacidad de una célula cancerosa para reparar su ADN. El inhibidor de PARD (Poliribosa Polimerasa ADP) se autorizó con una prueba de acompañamiento diagnóstico para el tratamiento de pacientes con cáncer de ovario con mutación en los genes BRCA.
Durante su estancia en nuestro país, Lederman presentó el Simposio Experiencia en el Tratamiento de Cáncer de Ovario Epitelial con mutación BRCA con Olaparid” ante los oncólogos del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), del Centro Médico Nacional “Siglo XXI” y del Hospital “20 de Noviembre “, respectivamente.
El también presidente del Grupo de Estudios del Cáncer Ginecológico del CNRI (Instituto Nacional de Investigación del Cáncer) explicó que en el ensayo clínico la sustancia denominada Olaparib (Lynparza) tiene la peculiaridad de bloquear totalmente la proteína PARD para evitar que ayude a que los genes alterados se reparen dentro de la cadena del ADN, provocando con ello la muerte de las células malignas; reconociéndolo como un inhibidor selectivo y de precesión.
El tratamiento puede convertir la enfermedad en un padecimiento crónico y no una sentencia de muerte cuando se detecta en etapas tardías, aseveró Lederman.
XXXIII Reunión Anual Médica del INCan
Por su parte el INCan realizó en la ciudad de Querétaro (Querétaro) del 11 al 13 de febrero su XXXIII Reunión Anual Médica, la cual albergó a expertos y trabajadores de la salud en torno al cáncer. En el evento presidido por el director del INCan, Abelardo Meneses, también celebraron la culminación de la residencia de los médicos que realizaron su subespecialidad en las diferentes ramas de la oncología.
El objetivo del Congreso fue determinar los ejes estratégicos de atención y control del cáncer, atendiendo la prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación, cuidados paliativos y atención al superviviente de la enfermedad. Para lograrlo habrá que contar con los registros poblacionales, incluyendo todo lo referente a la prevención y control de la enfermedad, en el Programa Integral de Control y Prevención del Cáncer en el país.
Aunque se presentaron temas para todo tipo de personas, la mayoría de las ponencias estuvieron dirigidas a estudiantes de medicina, odontología, cuidadores de la salud, enfermeras, oncólogos, urólogos, expertos en cirugía oncológica, radiólogos, oncólogos médicos, patólogos y trabajadores sociales, entre otros. Los temas especializados estuvieron dirigidos a las áreas troncales como son: cirugía, patología e imagenología.
El programa considero cinco módulos: Cáncer Ginecológico, Cáncer de Mama, Cáncer de Pulmón, Cáncer Colo-Rectal y Cáncer de Próstata.