Por lo general siempre que queremos que a determinado asunto, tema o proceso se le dé un peso específico para poder aterrizar tal o cual proyecto en un beneficio tangible, se hace indispensable seguir todo un procedimiento para su aprobación. Procedimiento que muchas veces llega a durar años primero su aprobación, y más tiempo su cristalización.
Y no es que este mal que se siga toda metodología para conseguirlo, lo malo es que en asuntos que tienen que ver con la salud, dicho procedimiento, y en consecuencia aprobación, debiera realizarse con una mayor celeridad, luego de que estamos hablando de vidas humanas; muchas de las cuales tienen precisamente el tiempo en su contra, máxime si se trata de un padecimiento progresivo y mortal como es el caso del Cáncer sino se detecta a tiempo.
Como ya lo he mencionado en varias ocasiones el diagnóstico y tratamiento tardío continúan siendo el “talón de Aquiles” en las instituciones de Sector Salud, debido a que más del 50 por ciento de todos tipos de cáncer son diagnosticados en etapas avanzadas, es decir, cuando ya no hay mucho que hacer por el paciente.
Es por ello que con el ánimo de revertir esta situación, y de manera concreta el cáncer de Próstata, la Asociación de Lucha contra el Cáncer –que preside Mayra Galindo-ha venido trabajando desde hace tres años, de la mano académicos, autoridades y representantes de la comunidad médica en el anteproyecto en la Norma Oficial Mexicana (NOM) para la atención del cáncer de Próstata.
Contar con la NOM para la Detección, Diagnóstico, Tratamiento y Vigilancia Epidemiológica del Crecimiento Prostático Benigno y Cáncer de Próstata (como ya existe para el cáncer de Mama y Cérvico-uterino) hará posible tener una referencia para el diagnóstico, tratamiento y vigilancia de quienes son diagnosticados con este tipo de neoplasia, será el punto de partida para la generación de campañas de detección temprana, así como para establecer los lineamientos para atender a quienes cursan con la enfermedad en sus diferentes estadios.
El cáncer de Próstata se ubica –en este momento- como la segunda causa de muerte a nivel mundial, entre la población de 60 a 65 años; lo cual representa un grave problema de salud pública, debido a que cuando se presentan los síntomas la enfermedad ya se encuentra muy avanzada, en más del 70 por ciento de los pacientes, lo que hace imposible el poder curarlos. A este tipo de pacientes sólo se les puede ofrecer cuidados paliativos.
En México más de 6 mil hombres –a razón de 17 por día- mueren al año a consecuencia de cáncer de Próstata, luego de que sólo el 2.5 por ciento de los mayores de 60 años se realiza el tacto rectal y menos del 10 por ciento la prueba de Antígeno Prostático; ambos estudios son indispensables para hacer un diagnóstico temprano del tumor.
Pese a lo delicado de esta problemática aún no se ha publicado la Norma Oficial Mexicana PROY- NOM-048.SSA2-2015 para la Detección, Diagnóstico, Tratamiento y Vigilancia Epidemiológica del Crecimiento Prostático Benigno y Cáncer de Próstata, a pesar de que la Secretaría de Salud ya la tiene terminada.
“El cáncer de Próstata es la causa número uno de muerte en hombres, de ahí la importancia de poder contar con una guía y referencia para su atención y seguimientos; desde la etapas inicial hasta la avanzada”, precisó Mayra Galindo Leal, directora general de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer.
“Como asociación civil seguiremos insistiendo ante el Congreso de la Unión para que se publique la Norma Oficial Mexicana, a fin de priorizar la prevención y tratamiento de este cáncer”, agregó.
Ante esta problemática sobre el cáncer de próstata no queda más que insistir por un lado, en que los caballeros dejen su coraza de autoinmunes y se ocupen y preocupen por realizarse chequeos de rutina con el urólogo, cuando menos una vez al año para detectar cualquier síntoma de alarma (sangre en la orina o semen, relacionado con el cáncer de próstata.
El cáncer de Próstata no se puede evitar, pero sí se puede detectar a tiempo y sus principales síntomas en etapas avanzadas son: dolor de huesos, pérdida de peso, sangrado en semen y orina, e insuficiencia renal.
Y por otro, en que las autoridades correspondientes entiendan que en salud no hay tiempo que perder, porque ello significa la diferencia entre la vida y la muerte.