La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) desarrolló una vacuna recombinante quimérica contra el COVID-19 y alista pruebas preclínicas en al menos 80 animales, para probar si es segura y analizar si genera la respuesta inmunológica deseada.
- Teresa García Gasca, rectora de la institución pública, señaló en entrevista que la vacuna está en una primera etapa y su objetivo es generar inmunidad en las personas e impedir que el coronavirus pueda unirse a su receptor en las células, con lo que se evitaría la enfermedad.
«Ya hicimos las pruebas de reconocimiento de anticuerpos contra anticuerpos humanos. Es decir, sabemos que los péptidos que estamos usando sí son reconocidos por seres humanos en su sistema inmune y en este momento estamos produciendo la vacuna ya a un nivel de un biorreactor», dijo.
García señaló que, en cuanto se tengan los parámetros de producción adecuados, iniciarán las pruebas en animales.
- La Facultad de Ciencias Naturales de la UAQ desarrolló la vacuna quimérica, para la cual se trabajó en una proteína sintetizada a partir de diferentes segmentos de la proteína S, la principal del SARS-CoV-2, que tiene en las espículas el virus para poder hacer contacto con las células humanas.
- Las quiméricas son vacunas de nueva generación diseñadas a partir de componentes de virus o bacterias. Desencadenan una respuesta inmunitaria y así buscan evitar que se padezca una enfermedad y sus efectos adversos.
En colaboración con una empresa que aportó un biorreactor, la UAQ produjo las primeras dosis de su vacuna para emprender el estudio preclínico. Entre los animales que serán usados habrá ratones, cabras, ovejas y conejos.
Si los resultados son favorables, en un par de meses se podría empezar la primera fase clínica.
Proyecto costoso
La vacuna de la UAQ es uno de los proyectos que obtuvo apoyo económico a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Sin embargo, García reconoce que hasta ahora el financiamiento ha provenido de recursos propios de la institución, pese a que es «un proyecto costoso».
- La académica consideró que, si todo fluye bien, la UAQ tendrá fondos otorgados por parte de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), estimados en unos 3 millones de pesos, para las fases clínicas 1 y 2, aunque ese monto solo representa apenas una quinta parte de la inversión requerida.
Por eso, la institución ya ha comenzado a hacer alianzas con otras instancias, para así poder producir de manera masiva. Las alianzas incluyen a la UNAM, el IPN, el Instituto Nacional de Nutrición y la Cofepris.
García estimó que la vacuna podría estar lista en año y medio.
México, en busca de la vacuna
México ha mostrado un amplio interés por tener acceso a la posible vacuna. En abril, impulsó en la ONU una propuesta para garantizar el acceso a medicamentos, vacunas y equipo médico para enfrentar el COVID-19.
La propuesta fue copatrocinada por más de 160 países y partió de la premisa de que los países más pobres son los más afectados. Además, subrayó que el acceso equitativo a los productos sanitarios es una prioridad mundial.
- Incluso, México aportó 1.18 millones de dólares para contribuir en el desarrollo de la vacuna.
- Un mes después, en mayo, México anunció su participación en un bloque para promover la creación de una vacuna, y en julio, el canciller Marcelo Ebrard informó que México participa en la CEPI, la Alianza Global de las Vacunas e Inmunización (Gavi) y la OMS.
El país sumó cuatro proyectos para encontrar la vacuna, entre ellos, el de la UAQ.
García resaltó que en México hay capacidad, experiencia y conocimiento para lograr este tipo de investigaciones. «Nada más hay que echarlas a andar. Ha habido poca confianza en la academia, ahora es una buena oportunidad de lograr reconocimiento», sostuvo./EXPANSIÓN-PUNTOporPUNTO