Pese a que no vive ahí, la CFE le sigue cobrando el «consumo» de luz, una cuenta que cada vez crece más porque él rechaza pagarla. Es más, asegura, ni tiene con qué. «No pagamos nosotros porque no tenemos cómo; trabajamos en el campo. Los recibos llegan mes con mes. La deuda va aumentando, ya este mes llegó un recibo de 900 pesos», dice en el evento en el que el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, anunció su Plan Nacional de Reconstrucción.
- En las manos lleva un letrero: «los damnificados pedimos condonación del pago de la luz». El problema, indica Antonio, es que su vivienda, en el Barrio San Sebastián, ni siquiera fue censada por las autoridades, por lo que no está en el radar de los damnificados que requieren apoyo.
- Cerca de él, Rosa López, de Juchitán, denuncia que le entregaron una tarjeta de Bansefi, pero nunca le depositaron los recursos para la reconstrucción de su casa. Tiene el plástico, y en los registros oficiales consta que recibió el «apoyo».
- En silla de ruedas, tras las vallas metálicas, Isabel Bartolo relata que en el sismo murió su madre, aplastada por el techo.
Isabel, de 60 años, perdió una pierna.
- Acusa que cuando solicitó la tarjeta con recursos para arreglar su casa, le dijeron que no podían dársela porque, según los registros, ya la había reconstruido.
- López Obrador reúne a sus simpatizantes, a su vez damnificados del sismo, frente a donde alguna vez estuvo el Palacio Municipal.
- Una mujer, pancarta en mano, denuncia que ella y otras 37 familias fueron defraudadas por Felipe Valdivieso Rasgado, dueño de la constructora Fevara.
- En Ixtepec, Oscar Petris Vázquez acusa que los damnificados son víctimas de especulación con los materiales para la reconstrucción.
- Los albañiles, describe, pasaron de cobrar mil 600 pesos a la semana a 2 mil 500 pesos; un camión de arena pasó de 800 a mil 500 pesos; la grava, de 800 a mil 700 pesos; el millar de ladrillos, de mil 200 a 3 mil pesos.
Acompañado de estudiantes uniformados, Juan Manuel López, profesor de la Secundaria «20 de Noviembre», señala que la mayoría de las escuelas de Ixtepec no han sido reconstruidas.
- «Tenemos áreas que no pueden ser ocupadas porque están dañadas, o las estamos ocupando con el riesgo de salir dañados.
- «El avance es muy mínimo. Hay escuelas donde llegaron, demolieron y dejaron tirado todo», dice.
Azalia Rosado Revueltas, profesora de un plantel de preescolar, lamenta que sus alumnos deben tomar clases a la intemperie. «Nos vamos a jubilar y esa escuela no se termina», dice./REFORMA- PUNTOporPUNTO