El reporte de certificación de reservas petroleras del 2019, que se emitirá en abril próximo, será clave para tener un panorama más completo del riesgo de la empresa estatal, advirtió la calificadora crediticia.
Las recientes operaciones de recompra y refinanciamiento dirigidas por Petróleos Mexicanos (Pemex) desde el último semestre del año pasado otorgaron una “estabilidad relativa” en la posición de liquidez y perfil de deuda de la petrolera durante el 2019, advirtió la calificadora Moody’s.
Sin embargo, este resultado es explicado por la inyección de capital de 5,000 millones de dólares que hizo el gobierno de México en septiembre, y de una serie de operaciones de mercado completadas en junio, julio, septiembre, diciembre y recientemente en enero del 2020, que suman 36,000 millones de dólares en transacciones de refinanciamiento precisó.
Es decir, no hay un cambio de fondo que garantice si no se presentan mayores precios del petróleo o si no se confirma una mayor producción del hidrocarburo que dé soporte a la generación de efectivo.
En un análisis especial, detallan que será hasta que se cuente con el reporte de certificación de reservas del 2019, que se divulgará a fines de abril, cuando tendrán un panorama más completo sobre la tasa de remplazo (de reservas), que se consiguió el año pasado.
- Tras precisar que este análisis no tiene implicación en la nota crediticia, que actualmente está en “Baa3” con perspectiva Negativa, explicaron que para el 2020, Pemex tiene vencimientos de deuda por 2,000 millones de dólares; otros 6,100 millones de dólares para el 2021 y 5,600 millones para el 2022.
- Al cierre del año pasado, la petrolera contaba con 3,200 millones de dólares en efectivo en las manos y 6,700 millones más disponibles en líneas de crédito revolvente en dólares, así como 16,000 millones disponibles en líneas de crédito comprometidas denominadas en pesos de un total de 37,000 millones en líneas de crédito comprometidas en moneda local.
Desaceleración, evidencia del 2019
La producción de petróleo en el 2019 cayó 4%, mientras los ingresos también sufrieron una contracción de 16% en el 2019, respecto del 2018. Una tendencia explicada más por la caída del precio del petróleo, por una desaceleración del precio de referencias de gasolina y diésel y un menor volumen de ventas en los mercados locales y de exportación.
Como consecuencia, el flujo de capital fue negativo en 8,200 millones de dólares durante el 2019, en línea con las estimaciones de Moody’s.
- Destacaron además que el gasto de capital desaceleró a 6,700 millones de dólares en el 2019, lo que representa 73% del plan de inversión que tenía la petrolera para ese año.
- Analistas del FMI estiman que una segunda degradación de la nota crediticia de Pemex generaría una venta masiva de papeles, que podría fluctuar entre 6,000 y 10,000 millones de dólares./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO