Petróleos Mexicanos (Pemex) aportó a la Hacienda pública 489,972 millones de pesos vía impuestos y derechos entre enero y septiembre del 2020 y a pesar de la emergencia por Covid-19 cerrará el año con una erogación de más de 51% de sus ingresos, explicó el director general de la petrolera, Octavio Romero Oropeza, en comparecencia ante las comisiones de Energía e Infraestructura de la Cámara de diputados.
- De esta aportación, 162,620 millones de pesos correspondieron a impuestos y derechos directos y determinados desde la Ley de Ingresos del 2019, como el derecho a la utilidad compartida sobre la producción de hidrocarburos, y 327,352 fueron impuestos indirectos como IEPS e IVA que Pemex paga por sus actividades de transformación y venta de productos.
La caída en la demanda tanto de combustibles al interior del país como de exportaciones de crudo, que en los meses de mayores restricciones por Covid-19 bajaron a casi la mitad, respectivamente, no redujeron estas aportaciones de la estatal petrolera al Estado mexicano, y gracias a la recuperación de algunas actividades en el país, la tendencia indica que la carga impositiva por lo menos se mantendrá o incluso se elevará un poco en lo que resta del año.
Lo anterior demuestra que “Pemex no es ningún lastre para el país ni que deba desaparecer, sí tiene problemas, pero vienen de la carga impositiva que tiene”, aseguró.
- El directivo detalló que entre enero y agosto la petrolera sumó ingresos totales por más de 864,000 millones de pesos, de los cuales destinó el 14%, que son 123,000 millones de pesos para gastos operativos.
- Además, tuvo un costo de 223,000 millones de pesos para compra de combustibles como gasolina y diésel para solventar la demanda nacional, monto equivalente a 26% de los ingresos. Con lo anterior, se quedó con un balance operativo de poco más de 518,000 millones de pesos.
De ahí, la empresa ha destinado 20% de sus ingresos en inversiones para nuevos proyectos como el desarrollo de los nuevos campos de extracción y la rehabilitación de las plantas de transformación industrial, es decir, 176,000 millones de pesos en este lapso.
- Y de este balance primario de 342,000 millones de pesos, pagó impuestos por 438,000 millones de pesos, equivalente al 51% de sus ingresos. En automático, la empresa del Estado quedó con un balance negativo por 96,000 millones de pesos. “Tiene que pagarle a la Hacienda pública más de lo que tiene en caja y no es poco, Pemex sí tiene problemas pero no son los que mencionan, están relacionados con este arreglo fiscal”, dijo Romero Oropeza.
Además, por pago de la deuda contraída, el pago destinado fue de 101,000 millones de pesos, con lo que el balance primario llegó a 197,000 millones de pesos.
Así se ubicó en una situación de pérdida de 197,000 millones de pesos. Por parte del gobierno federal, únicamente recibió una aportación de 46,000 millones de pesos, equivalentes a 20% de lo que Pemex ha destinado para inversiones este año, según el director general, y fue el monto que se presupuestó por parte de la Secretaría de Energía para la construcción de la refinería de Dos Bocas.
- Por la deuda contratada en dólares que ha contraído Pemex en los últimos años, luego de que del 2010 al 2018 se contrató deuda por 1.224 millones de pesos constantes del 2019, provocó que la depreciación que tuvo el peso frente al dólar en la primera mitad del año significara para la empresa reportó pérdidas de 420,000 millones de pesos.
En el primer semestre del año, el margen de ganancias antes del pago de impuestos, intereses, amortizaciones y depreciaciones (EBITDA, por su sigla en inglés) situó a Pemex en el tercer mejor puesto a nivel internacional entre las petroleras del globo, al ser de 20%, por debajo de 40% de la brasileña Petrobras y de 34% de la colombiana Ecopetrol, pero por encima de empresas como la noruega Ecquinor, que tuvo 18%, la estadounidense Chevron, con 17% y la española Repsol, con 12%. En tanto, otras como Shell, ENI, BP y ExxonMobil reportaron márgenes de entre 11% y 9 por ciento./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO