PETRÓLEO mexicano pierde el 70% de su valor a la sombra de la CRISIS SANITARIA

El lanzamiento del plan de inversiones del Gobierno Federal en el sector energético se ha retrasado desde que se presentó el Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura, en noviembre pasado.

  • Entre tanto, los precios del petróleo se desplomaron por el desacuerdo entre Arabia Saudita y Rusia. En el caso de la Mezcla Mexicana de Exportación (MME) ya presenta una caída cercana a 70% en lo que va del año.
  • En su mejor día de 2020, el 6 de enero, la MME se vendió en 59.35 dólares por barril, pero el panorama cambió radicalmente y el pasado miércoles 18 el crudo mexicano se desplomó a 14.54 dólares por barril, su peor precio hasta ahora. Ni siquiera en la recesión económica mundial de 2008-2009 tocó ese piso.
  • Además, el tipo de cambio se disparó a niveles históricos, superando los 24 pesos por dólar, en gran medida por la rápida propagación del coronavirus en el mundo.
  • La pandemia ya caló en la economía mexicana y las perspectivas auguran un desplome de hasta 4.5% para 2020, como lo anticipó el Bank of America, uno de los grupos financieros más influyentes a nivel global.

Pugnas urgentes

El pasado jueves 19 el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) lanzó un decálogo y urgió al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a que anunciara el plan de inversiones en el sector energético. La respuesta del gobierno se dará a más tardar este miércoles 25, con el país inmerso en la contingencia sanitaria.

En entrevista, Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), señala:

  • “No queremos que se presente un anuncio como una hoja en blanco, que tenga un bonito título, un presídium muy grande, muchas fotografías y frases muy sexys y que no traiga proyectos reales, factibles de llevarse a cabo. Hay que decirlo, lo que ha detenido esto es el fundamentalismo ideológico de la Secretaría de Energía.”
  • Desde su despacho de abogados acusa a las autoridades del sector: “Hay varias semanas de diálogo. Lamentablemente los responsables del área energética del gobierno federal, empezando por los de más alto nivel, tienen una visión fundamentalista donde se ve como si fueran herejes de la actual circunstancia política a los empresarios. Hay una situación de descalificación, de descarte, en el peor de los casos de sospechosismo a todo lo que huela a empresa”.
  • Si bien reconoce que hay una postura más flexible por parte del presidente hacia los empresarios, sostiene que no sólo el sector energético está parado, sino también otros proyectos de infraestructura, “ya no por un tema regulatorio, de trámites, sino de cuál es la percepción que se tiene del gobierno sobre el sector privado”.

Y especifica: “La muestra más importante es la parte energética. Mientras todo el mundo se está abriendo en ese sector, en México, aunque no se visualiza un cambio de 180 grados, lo cierto es que hay un atorón, hoy contamos con una gran cantidad de proyectos que están suspendidos, otros pospuestos por esta falta de claridad”.

De acuerdo con una nota del reportero Dave Graham, de la agencia Reuters, del pasado miércoles 4, el sector privado mexicano entregó al gobierno un amplio paquete de propuestas de inversiones en energía por un valor de 92 mil millones de dólares, el cual contiene 275 proyectos a realizarse entre 2020 y 2024.

“Los proyectos —detalla Graham— fueron producto de discusiones entre el CCE y docenas de compañías energéticas, incluyendo Royal Dutch Shell, IEnova, una unidad de la estadunidense Sempra Energy, la francesa Engie y la italiana Enel”.

Sin embargo, López Obrador dejó claro en el 82 aniversario de la Expropiación Petrolera que “se terminó el periodo privatizador”.

Consultado por este semanario, el líder de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Enoch Castellanos, advierte:

  • “En la medida en que este plan abra de manera controlada y regulada como están las leyes vigentes del sector energético y las inversiones sean bienvenidas, se podrá generar un estímulo para que la economía aguante los embates del exterior. De lo contrario, se genera un ambiente muy negativo y no sabemos qué pueda pasar en el futuro.”/DIARIO DE COHAUILA-PUNTOporPUNTO

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