La falta de un acuerdo entre la OPEP y Rusia provocó uno de los mayores desplomes en los precios del petróleo, situación que se complicó cuando Arabia Saudita anunció un incremento en su producción en medio de un contexto en el existe un exceso de suministro por el coronavirus y México sigue apostando por energías fósiles
El petróleo desencadenó una nueva guerra que pone en riesgo a todo el mundo. Los protagonistas en el campo de batalla son Rusia y Arabia Saudita, quienes rompieron con sus acuerdos y hoy se disputan una mayor participación en el mercado energético.
- Todo comenzó cuando el pacto de tres años entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia terminó de manera sorpresiva la semana pasada luego de que Moscú rechaza una nueva reducción colectiva de 1.5 millones de barriles al día con el objetivo de hacer frente a la crisis de salud global por el Covid-19.
- En respuesta, la OPEP eliminó todos los límites a su propia producción con lo que abrió la puerta a que los productores aumenten sus volúmenes de forma drástica.
- Ante un posible escalamiento en la disputa, la Agencia Internacional de la Energía redujo el nivel de la demanda mundial de petróleo para este año, algo que no sucedía desde la crisis de 2009
- Tras el rompimiento en las negociaciones, Arabia Saudita aprovechó que el acuerdo entre Moscú y la organización expira a finales de este mes y anunció que aumentará el bombeo de sus barriles, además de que recortará entre 4 y 6 dólares el precio de sus entregas en abril con destino a Asia, mientras que las exportaciones hacia Estados Unidos bajarán hasta 7 dólares, de acuerdo con datos citados por Arab News.
- En sintonía, la petrolera nacional Saudi Aramco anunció una reducción en el barril de Arabian Light a un precio histórico de 10.25 dólares.
- Diversos analistas consideran esta táctica como una declaración de guerra, debido a que el país árabe es el exportador número uno del mundo y al aplicar la reducción de precios se convertirá en el mayor ganador.
- Este golpe deteriora la delicada salud del mundo, que en este momento atraviesa por un resfriado en al menos 95 países a causa del coronavirus.
- La nueva guerra inducida por los sauditas provocó que los precios del crudo se desplomaran cerca de un 30 por ciento, su caída más fuerte desde la Guerra del Golfo en 1991
Para Gonzalo Monroy, director general de la consultoría GMEC, las medidas que tomó Arabia Saudita tienen la intención de castigar a Rusia, sin embargo, esta guerra de petroprecios pondrá en jaque a todo el mundo y solo unos cuantos saldrán beneficiados.
- “Este es un momento histórico, nunca había ocurrido algo similar porque Arabia Saudita siempre había privilegiado la estabilidad de los precios del crudo, pero con todo lo que está pasando al interior del país sus decisiones tienen otros tintes y el gobierno árabe pasó de ser protector a proactivo, pero menos asertivo”, explica el experto.
CAMBIO DE ESTRATEGIA
Los desencuentros entre los integrantes de la OPEP provocaron que el precio del petróleo se desplomara el lunes. El Brent cerró con una caída por encima del 20 por ciento, a 34.39 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI), perdió hasta 31.6 por ciento con un cierre en 30.24 dólares por barril.
Ante un posible escalamiento en la disputa, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) redujo el nivel de la demanda mundial de petróleo para este año, algo que no sucedía desde la crisis de 2009.
Según el informe de la agencia, la demanda tendría que contraerse en unos 90 mil barriles diarios (bd) en contraste con el año pasado. No obstante, la AIE también publicó dos escenarios: en el pesimista caería 730 mil bd y en el optimista solo 480 mil bd.
Las instituciones financieras también se mostraron nerviosas por la guerra petrolera. Morgan Stanley recortó su perspectiva para el Brent en el segundo trimestre a 35 dólares por barril desde una estimación de 57.50 dólares.
El contragolpe de Arabia Saudita para doblar al oso ruso desestabilizará al mercado global en el corto y mediano plazos, aunque Rusia podrá enfrentar la presión, ya que su nivel de deuda es bajo y cuenta con un tipo de cambio flexible para hacer frente a esta situación al menos durante unos meses.
Victor Ramírez, consultor independiente del sector energético, comenta que los problemas entre los integrantes de la OPEP no son nuevos, pero la disputa más reciente es una amenaza que puede ocasionar grandes daños porque se atravesó en una coyuntura complicada
- “Al bajar el costo del crudo muchos países, incluido México, están expuestos a un mayor deterioro. Es tiempo de que el gobierno mexicano se dé cuenta que el petróleo ya dejó de ser la palanca del desarrollo económico y fortalezca otros ejes como las energías renovables»./REPORTE INDIGO-PUNTOporPUNTO