Petróleos Mexicanos (Pemex) abrió una consulta pública sobre las características generales de los Contratos de Servicios Integrales de Exploración y Extracción (CSIEE), la figura principal con la que la petrolera nacional prevé permitir participación de la iniciativa privada.
Los CSIEE son un modelo que ya fue ocupado por la empresa productiva del Estado antes de la reforma energética en zonas como la Cuenca de Burgos. Según el Plan de Negocios de la compañía, la actual administración realizó una actualización en este modelo, que pretende ser utilizado en 40 contratos de 2020 a 2024.
- El plan de la petrolera consiste en adjudicar, mediante concurso público 10 CSIEE por año.
- La finalidad es reactivar proyectos de gas no asociado en las Cuencas de Burgos y Veracruz, e incrementar el factor de recuperación de aceite y gas en los campos maduros localizados en Tampico-Misantla y las Cuencas del Sureste.
- En la consulta, que se encuentra dentro de la página de internet de Pemex, no se especifica si ésta será o no vinculatoria. El propósito de este proceso es “recibir e incorporar las diversas opiniones para fortalecer el modelo de referencia”, dijo la compañía.
- Mediante este modelo, las compañías privadas prestarán a Pemex Exploración y Producción (PEP) servicios de exploración, desarrollo y producción de hidrocarburos, lo que incluye la perforación y terminación de pozos, construcción de infraestructura de producción y transporte, entre otras actividades.
- A cambio, la petrolera nacional dará al prestador de servicios una remuneración en efectivo equivalente a una tarifa por barril de crudo o millar de pie cúbico de gas “a la disponibilidad de flujo de efectivo disponible, expresado en dólares americanos”, explica Pemex en la descripción de este modelo.
- Bajo esta figura, Pemex continuará como el operador del área contractual y no perderá la titularidad de la asignación.
El gas o crudo producido en el área contractual seguirá siendo propiedad de la petrolera y ésta se encargará de su comercialización. También “todas las instalaciones, equipos y materiales adquiridos y utilizados por el PS durante la vigencia del contrato para la prestación de los servicios, serán propiedad de Pemex”.
Entre las condiciones del modelo se lee que la empresa privada será la encargada de elaborar los planes y programas para el campo y de gestionar a nombre de PEP los permisos que se requieran.
Expertos y organismos como JP Morgan y la calificadora Moody’s dijeron anteriormente que este modelo de contrato no resultaría atractivo para grandes compañías, como lo fueron los farmouts, además de que no ayudarían mucho a las finanzas de Pemex, pues no le aportan flujo de efectivo.