El Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), que dirige Alfonso Morcos Flores, publicó un acuerdo para frenar la entrada en operación de las centrales eólicas y solares hasta nuevo aviso, debido a que su funcionamiento pone en riesgo la confiabilidad del abasto eléctrico del sistema eléctrico del país. El CENACE, el gestor de estos sistemas, también dará de alta centrales que se consideren como no despachables o must run, es decir, que deban entregar su energía al sistema sí o sí durante el día porque no pueden ser apagadas, sin importar los costos o tecnología con la que la generen.
- La medida para frenar la entrada de nuevas centrales renovables, además de abrir la puerta a una reclasificación del despacho de las plantas existentes, ha puesto en alerta al sector solar y eólico que ve en el acuerdo, publicado el 29 de abril, como otro golpe a este tipo de tecnologías que la administración de Andrés Manuel López Obrador ha cuestionado y atacado desde el inicio del sexenio.
Para la industria, la decisión no está justificada y no deja claro en qué momento se levantarán estas medidas extraordinarias.
- “El CENACE sí tiene la potestad de hacer esto, pero siempre tiene que justificarlo, y ahora no lo está haciendo”, dice Casiopea Ramírez, analista de la consultora especializada Fresh Energy.
- El acuerdo del gestor de la red eléctrica prevé dos situaciones que pudieran afectar a las centrales renovables: el freno a la entrada de nuevas plantas y la reorganización de las llamadas must run.
La primera tiene el impacto más inmediato, porque afecta a las centrales renovables que están en proceso de construcción o de operación derivadas de la tercera subasta de largo plazo de finales de 2017, la última licitación bajo este mecanismo que abrió la puerta al incremento de este tipo de tecnologías durante el sexenio pasado, y que el actual gobierno canceló su continuación.
Hay 10 parques eólicos en estas etapas previas, que equivalen a una inversión de 2,000 millones de dólares, que se verán afectados por esta medida, dice una fuente del sector que pidió el anonimato.
La segunda acción que tomará el CENACE, sin embargo, es la que más preocupa al sector privado eléctrico, y que va más allá de las renovables, dice Alfonso Gutiérrez, gerente de la consultora especializada Antuko México.
“Las medidas pudieran verse como razonables, pensando en que solo se mantiene durante el periodo de crisis. Pero para eso, sería bueno tener algún parámetro, que no dieron, y eso es lo preocupante de lo que publicaron”, dice el especialista.
- El gestor busca ampliar la lista de plantas conocidas como must run o que caen en la categoría de ‘firmes no despachables’, y pudieran abrir la puerta a plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que usan diesel o combustóleo, un energético contaminante con el que Pemex está lidiando para colocar , advierten las fuentes consultadas.
«El acuerdo erige barreras a la competencia y desplaza a la iniciativa privada, beneficiando indebidamente a centrales de generación más costosas y contaminantes. Sin motivación técnica sólida ni fundamento jurídico plenamente justificado, el CENACE ha desatendido su mandato legal de salvaguardar la eficiencia del Sistema Eléctrico Nacional y la competencia en el mercado eléctrico, lo cual impacta negativamente a miles de consumidores en el sector comercial e industrial», señaló el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en un comunicado.
¿Cómo funciona el despacho?
El mercado eléctrico, en términos del despacho de electricidad, se conforma de cuatro cuadrantes donde se clasifican las centrales: las firmes despachables y no despachables, y las intermitentes despachables y no despachables.
- Las centrales firmes se refieren a las tecnologías que tienen la capacidad de entregar una misma cantidad de electricidad de manera constante y son despachables cuando pueden subir, bajar o apagar su operación sin mayores contratiempos. Las no despachables son como las nucleares, que no pueden apagarse. Estas centrales son las que se conocen como must run, y deben entregar sí o sí su electricidad.
En el otro lado encontramos a las intermitentes que no pueden asegurar un flujo fijo de electricidad, como la solar y eólica que dependen de las condiciones climáticas, pero son despachables porque pueden apagarse y prenderse con facilidad; mientras que hay las no despachables como algunos embalses en las hidroeléctricas que deben soltar su capacidad en ciertos momentos./EXPANSIÓN-PUNTOporPUNTO