La Comisión Federal de Electricidad (CFE), que dirige el octogenario político Manuel Bartlett, ha lanzado una batalla en contra de una serie de contratos para la construcción de gasoductos que, bajo su visión, resultan “leoninos” para la eléctrica nacional. ¿El motivo? La CFE pagó cerca de 5,800 millones de pesos el año pasado por infraestructura que no estaba terminada debido a las llamadas cláusulas de fuerza mayor y caso fortuito.
- Estas cláusulas, que están detrás de la solicitud de arbitraje internacional y la negociación iniciada entre la eléctrica nacional y las empresas que obtuvieron el contrato, señalan que el gobierno debe pagar cuando se demuestre que los proyectos están detenidos por cuestiones sociales, ambientales o políticas.
- Estas sanciones, sumado a la conformación de la tarifa que debe pagar la CFE por los contratos, han causado escozor dentro de la actual administración de la estatal, que considera inequitativo y también injusto pagar por una infraestructura que, al final, no terminará en su poder.
- Sin embargo, la empresa estatal no ha desvelado cómo pretende combatir estas cláusulas o los cambios que busca dentro de esta negociación, que inició como una crítica directa y pública a principios del año.
La historia detrás del despliegue de esta infraestructura, que en su momento se valuó en una inversión de 12,000 millones de dólares (mdd), deja ver que había una lógica para incrementar las importaciones del gas natural barato desde Estados Unidos, disminuir el poder monopólico de CFE y ampliar las fuentes de suministro de energéticos, defienden ex funcionarios de anteriores administraciones.
Los siete ductos sobre los que la eléctrica nacional interpuso recursos de arbitraje internacional forman parte de un plan diseñado desde 2012 por la administración de Felipe Calderón, pero que se desplegó en su gran mayoría en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
¿Por qué se construyeron los ductos?
Los problemas de saturación del sistema en esos años, aunado a la caída en la producción de gas natural por parte de Pemex, impulsaron la creación de este plan para aumentar de 12,000 km a 18,000 km la red de gasoductos en el país.
- “El sector de gas natural antes de la reforma estaba caracterizado por un sistema de gasoductos operado por el principal productor y cuyos precios estaban controlados por la Comisión Regulatoria de Energía (CRE), lo cual inhibió el crecimiento de la infraestructura y causó serios problemas de abasto en 2012 y 2013”, explica el libro blanco Implementación de la Reforma Energética en Materia de Gas Natural, redactado por funcionarios de la Secretaría de Energía de la pasada administración.
- La falta de gas natural entre 2011 y 2012 había costado 1,500 millones de dólares (mdd), según estimaciones del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) o cerca del 0.3% del Producto Interno Bruto, según el Banco de México (Banxico).
Los proyectos, que incluían gasoductos como el de Los Ramones que ya opera, buscaban incrementar la capacidad de importación de gas natural proveniente de las cuencas más prolíficas de gas shale de Estados Unidos y aprovechar así la baja en los precios de este energético, que pasaron de casi 12 dólares por cada mil pies cúbicos a sólo 2.3 dólares entre de 2008 y 2012.
¿Por qué los licitó la CFE y no Pemex?
El 80% de los casi 12,000 km de ductos que existían en 2012 pertenecían a Pemex, y el Gobierno pretendía quitarle peso a su poder en este mercado al permitirle a la CFE incursionar en este tipo de infraestructura, explica Eduardo Prud’homme, especialista en temas energéticos y ex funcionario de la Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas).
- “Además, para Pemex era más rentable invertir cada peso que le daba Hacienda en sacar petróleo que en gas natural; mientras que para CFE sí era más rentable usar el gas natural para generar electricidad que quemar el combustóleo. Por eso se decidió que lo hicieran ellos”, explica.
Mientras Pemex podía vender un barril de crudo entre los 100 a 80 dólares en esos años, la molécula del gas natural se podía conseguir en 3 dólares desde Estados Unidos. La CFE llegó a ahorrar hasta 1,560 millones de dólares tan sólo en el primer trimestre de 2018 gracias a su uso en lugar de utilizar diésel, combustóleo o gas natural licuado, según cifras del libro blanco de Sener./EXPANSIÓN-PUNTOporPUNTO
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https://expansion.mx/empresas/2019/07/04/la-otra-historia-de-los-gasoductos-de-la-cfe?