Con la esperanza de que en febrero se reanuden las entradas del capital privado para la extracción de petróleo en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a errar la puerta.
Empresarios e inversionistas ven con preocupación el rumbo que tomará el país por la incertidumbre financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) que en los próximos años puede arrastrar al país.
- También les sorprendió que el Presidente renuncie a sentar las bases para recaudar alrededor cinco mil 226 millones de dólares anuales en los próximos 20 años y sin invertir un sólo peso y prefiera gastar impuestos por 15 mil 500 millones le dólares en programas sociales.
- Para el consultor privado y exfuncionario de Pemex, Gonzalo Monroy, el modelo a seguir es regresar al monopolio a Pemex.
- “Dicen que están rescatando a Pemex, pero para regresarlo al monopolio. Se cancelaron las rondas, no habrá más asociaciones de privados con Pemex. Creen que Pemex va a poder hacer todo, pero no puede. El 24 (de enero) confirmaremos que su producción en el primer año de López Obrador será de 7 a 8% menor respecto a 2018” comentó a ejecentral el director de la consultora especializada en el sector energético GMEC, Gonzalo Monroy.
- «¿Cómo vamos a convocar a nuevas rondas? No tiene sentido. Esto no es un asunto político o ideológico, es juicio práctico. ¿Para qué quieren contratos si no invierten?” dijo López Obrador en su conferencia matutina del 8 de enero.
Esa declaración se da en momentos que inversionistas nacionales e internacionales esperaban que en febrero, como lo había señalado el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, las fechas para nuevos contratos de licencia y producción compartida a licitarse en las rondas petroleras, migraciones de asignaciones a contratos y las asociaciones estratégicas con Pemex a través de los llamados farmouts.
El propio Banco de México (Banxico) y las calificadoras como Moody’s y Standard & Poor’s (S&P) ya venían señalando su preocupación de la situación de la petrolera.
Por ejemplo, aquel 8 de enero, S&P señaló que “la perspectiva negativa de las calificaciones soberanas indica que existe una probabilidad de al menos una en tres (33%) de que las bajemos (la calificación) en el próximo año. También refleja el riesgo de mensajes contradictorios en algunas de las principales políticas del gobierno, como en el sector energético y en los proyectos que dependen del financiamiento público, lo que junto con la percepción de una mayor discrecionalidad en la implementación de políticas, podría seguir erosionando la confianza del sector privado y disminuir las expectativas de crecimiento de México»./EJE CENTRAL