No conformes con la gasolina y el diésel que le sustraen a Petróleos Mexicanos (Pemex), los huachicoleros hicieron del robo de gas licuado de petróleo (LP) —el que se vende en cilindros metálicos o que se entrega para tanques estacionarios— otra fuente de ingresos que está creciendo de manera acelerada.
- A través de perforaciones ilegales en la red de ductos de la empresa petrolera, el crimen organizado está intensificando este delito y domina siete estados de país que se han convertido en su centro de operaciones, fundamentalmente Estado de México y Puebla.
- Además de esos estados, Querétaro, Hidalgo, Guanajuato, Veracruz y Tlaxcala padecen este flagelo, de acuerdo con información de la Dirección Jurídica y la Subdirección de Salvaguarda Estratégica de Pemex.
- La información proporcionada a través de la Plataforma de Transparencia con fecha del 1 de agosto de este año, indica que entre 2012 y 2017 el crimen organizado aumentó el número de tomas clandestinas para extraer este carburante en 133%./ CON INFORMACIÓN DE EL UNIVERSAL