El Gobierno de Hidalgo se lavó las manos por el retraso de 56 meses en la construcción de los ductos Tuxpan-Tula y Tula-Villa de Reyes de TransCanada, proyectos que se construyen en esa entidad, pese a que está en juego una inversión de mil millones de dólares.
Simón Vargas, Secretario de Gobierno de Hidalgo, afirmó que TransCanada negoció directamente con los dueños de las tierras, sin acompañamiento del Gobierno estatal; señaló, además, que la empresa no ha levantado denuncias contra quienes estén frenando las obras.
- «TransCanada ha mostrado un comportamiento unilateral en la negociación con las comunidades», refirió en entrevista.
Sin embargo, la empresa asegura que ha habido omisión de las autoridades locales para resolver el problema.
Por escrito, TransCanada respondió ayer que desde enero de 2017 ha acudido al Gobierno estatal en busca de soluciones, e incluso a petición de Vargas se abstuvo de tomar contacto directo con las comunidades en conflicto.
- También afirma que ha presentado recursos de amparo y denuncias que se han atorado en instancias ministeriales y judiciales.
- Vargas negó que TransCanada los haya contactado tras la presentación de 6 amparos o para mediar en la tardanza de las consultas indígenas.
- «Creemos que esa posición del Gobierno es la raíz de gran parte de los problemas. Los proyectos de infraestructura energética por ley son de interés público indistintamente del orden de Gobierno», reviró TransCanada/REFORMA