El declive de la producción y la sobreexplotación de yacimientos de Petróleos Mexicanos (Pemex), como ocurrió con Cantarell, son factores que reducen la presión de los campos y facilitan las condiciones para que el agua se incorpore al crudo, por lo que incumple con los estándares de exportación e inyección a refinerías.
- De acuerdo con datos históricos de la empresa, al cierre de 2024 se extrajo un promedio de un millón 485 mil barriles por día, sin contar condensados, lo que representa el volumen más bajo de los últimos 46 años.
- Es importante mencionar que los niveles de extracción no han repuntado, aun cuando en el sexenio pasado se otorgaron a Pemex millonarios apoyos, no sólo para el pago de deuda, sino también para los proyectos operativos.
Tan solo para la exploración y producción, se ejercieron entre 2019 y septiembre de 2024 más de 1.4 billones de pesos, sin embargo, no se logró incorporar un campo que permita revertir el declive de la producción de los dos históricos campos de la petrolera.
Tal es el caso de Cantarell, que registró un pico de extracción de dos millones 136 mil barriles diarios en 2004, sin embargo, 20 años después apenas registró 142 mil barriles, 93.4% menos, mientras que Ku-Maloob-Zaap, que es actualmente el yacimiento de mayor producción en el país, registró el año pasado un promedio de 585 mil barriles por día, que ya representa una caída de 33% respecto a su mayor nivel de 875 mil barriles diarios en 2018.
- En entrevista Ramsés Pech, experto del sector de energía, explicó que la sobreexplotación de los yacimientos reduce la presión natural que permite la extracción de los hidrocarburos, por lo que es común que se inyecte hidrógeno para aumentarlo, sin embargo, la incorporación de agua durante es inevitable, a lo cual se le denomina “conificación”.
“Cuando hay una conificación, porque hay una falta de presión, esta agua se incorpora al crudo. Este crudo con el agua sale a su superficie y es enviado a los centros de almacenamiento y acondicionamiento, principalmente en Dos Bocas. Ahí existen plantas que se llaman deshidratadoras, donde se llevan a cabo procesos físicos, se incorporan químicos y otros productos para eliminar el agua, por eso se llama deshidratación”.
Es probable que las plantas deshidratadoras “no estén funcionando correctamente o que los aditivos que se utilizan para quitar el agua no sean los indicados”.
El crudo mexicano no debe pasar de 0.5% de agua, pero la queja muestra que el nivel está por arriba de lo establecido./Agencias-PUNTOporPUNTO