VENTA de vehículos finalizó su segundo año bajo los efectos NEGATIVOS del COVID

Las principales cifras de la industria automotriz nacional tuvieron un balance modesto. Si bien es cierto que la comercialización de unidades nuevas avanzó ligeramente, la producción no tuvo el desempeño esperado y reflejó problemas relacionados con diversos fenómenos. La importancia de este sector para la economía del país es muy grande pues representa un millón de empleos directos mientras que alcanza el 4% del Producto Interno Bruto (PIB), y el 20.5 del PIB manufacturero de acuerdo a la información proporcionada por la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

Ventas internas

A casi dos años del inicio de la pandemia por el Covid-19 el mercado mexicano ha resentido profundamente sus afectaciones. Es necesario aclarar que la desaceleración del sector no se debe exclusivamente a la contingencia mundial que ocasionó esta enfermedad que apareció a finales de 2019. La disminución que año con año tuvo la comercialización de unidades cero kilómetros se registró desde 2017 con un nivel de 1,534,943 automóviles, justamente un año antes se marcó el récord de 1,607,165 unidades.

  • De acuerdo al informe emitido en conjunto por AMIA y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), en enero de 2018, los principales factores negativos a lo largo del año fueron el impacto en la capacidad adquisitiva de los consumidores por la alta inflación así como la volatilidad en el tipo de cambio presente a finales del año como consecuencia de la anunciada reforma fiscal en Estados Unidos sin dejar de mencionar los eventos relacionados con el inicio del proceso electoral.
  • Para 2020 y 2021 el Covid-19 no ha permitido un repunte claro ya que ha golpeado globalmente a la industria, desde fabricantes, proveedores, empresas de logística, entre otros. Un ligero cambio en la perspectiva mundial permitió que nuestro mercado contara con algo más de producto y aliviando ligeramente la demanda del consumidor por obtener un automóvil nuevo. Problemas en la disponibilidad que se reflejaron en largos periodos de espera que podían superar más de dos meses, provocaron el desánimo de los consumidores y la búsqueda de otras opciones como la adquisición de un semunievo. Para Gerardo Carmona, Director de marca Peugeot en Stellantis México, el no contar con las unidades requeridas fue ocasionado por problemas de producción y sus consecuencias se vieron en la discreta participación de mercado de la marca francesa.

“En 2021 terminamos con 1.12% de participación de mercado que la verdad es que podríamos haber hecho mucho más porque tuvimos meses con un registro de 1.3% en el primer semestre pero el segundo ya estuvo muy afectado por la disponibilidad ya que prácticamente todos los productos que traemos son importados, la mayoría vienen de Europa, que son los países que tuvieron más restricciones para seguir produciendo por temas de Covid, así que la afectación que tuvimos fue un poco mayor que la que tuvo el resto de la industria en el segundo semestre. Para 2022 esperamos un mejor comportamiento debido a un nivel mayor de disponibilidad y una demanda sostenida de los modelos que recientemente lanzamos. El 208 tiene una gran aceptación pero sobre todo nuestra gama SUV. También vemos que, dependiendo del modelo, a los clientes les gusta tanto el coche que saben que hay escasez en el mercado pero prefieren esperar con tal de tener el vehículo”.

Producción

Fueron casi cuatro millones de unidades producidas en 2017 las que marcaron un nuevo hito en la capacidad de producción de automotores ligeros en nuestro país. Esta cifra fue la más alta de un periodo de gran dinamismo manufacturero que comenzó en 2012 con 2´884,869 vehículos fabricados y que creció anualmente hasta marcar 3´933,154 automotores. Pero una vez más las adversidades por el Covid-19 metieron freno a los engranes de esta actividad.

  • Los paros técnicos que varias plantas ubicadas en el territorio nacional sufrieron se debieron a la ausencia de microprocesadores y chips. La falta de suministro provocó que las líneas de producción tuvieran pausas ante la falta de piezas como módulos de control, pantallas de infoentretenimiento, entre otros. Para entender la relevancia de estos componentes en el ensamblado de una unidad, el promedio de semiconductores que usa un vehículo (dependiendo del tipo y sus aplicaciones), es de entre los 200 o 300 semiconductores. Hay de diferentes tipos como los de conexión remota para hacer el enlace con otros sistemas, y otros que operan la matemática que se requiera.

A finales de noviembre pasado y entrevistado por El Economista, el entonces presidente la Industria Nacional de Autopartes, Ing. Oscar Albin, declaró que el incremento en los costos de producción y la reducción en los márgenes de utilidades fueron otro dolor de cabeza: “También está el incremento inusitado del costo de las materias primas y de la logística lo cual hace que algunos vehículos que tienen un margen de ganancia muy marginal pues restrinjan su manufactura, en primer lugar porque las materias primas subieron y el margen se recorta o incluso pudiera ser negativo, y por otro lado si no se tienen los chips suficientes pues mejor se produce lo que sí genera ganancia aunque se trate de mayor volumen pero que puede llevar a complicaciones serias económicas”.

Exportación

El envío de productos hechos en México tuvo un crecimiento en 2021 a cifra anualizada. Gracias a las cifras proporcionadas por el Registro Administrativo de la Industria Automotriz de Vehículos Ligeros (RAIAVL) elaborado por el Inegi, nuestro país colocó 2,706,980 unidades en el extranjero, principalmente en Estados Unidos (80% del total), y Canadá, que significó un incremento de 0.9% comparado con el periodo enero a diciembre de 2020./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO

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