El Plan de Negocios de Pemex es de “alto riesgo” para las finanzas públicas, ya que hay dudas sobre que el combate a la elusión y evasión de impuestos logren compensar los 128 mil millones de pesos que el gobierno dejará de recibir para reducir la carga fiscal de la empresa, y que pueda forzar al gobierno a relajar sus metas fiscales o aplicar nuevos recortes.
Expertos entrevistados por El Financiero coincidieron en que, si bien el apoyo fiscal a Pemex por 128 mil millones de pesos durante 2020 y 2021 podría contribuir a las metas de producción de petróleo, sostener un plan sobre una recaudación que aún no se tiene en las arcas del gobierno y en un contexto de poco espacio fiscal en el presupuesto, se trata de una apuesta arriesgada.
- “Es de alto riesgo para las finanzas públicas porque la recaudación que se espera por evasión no se tiene aún, porque hay que inyectarle durante tres años recursos del presupuesto a Pemex y porque hay factores externos al plan, como el precio del petróleo o que, de consolidarse la refinería Dos Bocas, no tenga petróleo que procesar porque al final no hubo más producción”, aseguró Carlos Ramírez, investigador en Integralia.
Consideró que el riesgo se eleva si no se cumplen las metas de producción, “podría abrirse un boquete en las finanzas públicas porque el gobierno le inyecta dinero a Pemex, pero si la empresa no cumple las metas entonces de ¿dónde va a salir el diferencial?, además, ¿qué pasará si los precios del petróleo caen o si una desaceleración económica más profunda provoca que la recaudación sea menor y eso implique no tener los recursos para Pemex como se puso en el plan?”.
Producción, la prioridad
Pemex también proyectó en el plan de negocios una inyección de capital para el periodo 2020-2022 por un monto de 141 mil millones de pesos, siendo 2020 cuando recibirá la mayor cantidad de recursos del presupuesto para destinarlos a producción de crudo, con un monto de 66 mil millones de pesos.
De tal forma que, de acuerdo con la estrategia de la petrolera, en los próximos tres años Hacienda tendrá que destinar a Pemex un monto total por ayuda fiscal e inversión de 269 mil millones de pesos.
Es decir, la Secretaría de Hacienda estaría “desembolsando” una cantidad similar a los ahorros que logró el gobierno federal al cierre de 2018 en el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, con 279 mil millones de pesos, o bien, el equivalente a la recaudación total esperada para 2019 por impuestos a los combustibles, un monto de 269 mil millones de pesos.
En ese sentido, Alejandro Limón, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), consideró “complicado” que el Gobierno federal logre compensar con recursos tributarios la disminución de la carga fiscal, sobre todo porque también se debe considerar que el gobierno inyectará capital a Pemex que saldrá del presupuesto.
- “¿Qué alternativas de recaudación se tienen contempladas en pro de la sostenibilidad fiscal del país? (Por ejemplo) en estos meses se han observado alzas en la recaudación del IEPS a gasolinas, pero no consideramos que vaya a ser suficiente para compensar estas caídas de ingresos por apoyar a Pemex”, advirtió Limón.
La encrucijada
Jamin Patel, analista senior de crédito de Bloomberg Intelligence, señaló que “el plan puede forzar al Gobierno federal a relajar sus objetivos presupuestarios o desencadenar más recortes impopulares en el gasto público. Tan solo exenciones fiscales para Pemex propuestas en el plan no serán suficientes para revertir la caída de la producción y aliviar el perfil crediticio de la empresa”.
Luis Manuel Martínez, analista de Pemex de Standard & Poor’s, dijo en entrevista con El Financiero Bloomberg que el “apoyo fiscal va a contribuir a las inversiones, pero también tenemos que entender de qué manera el Gobierno federal atendería esta reducción de ingresos fiscales los siguientes dos años”.